Carlos Otrino, presidente del Mercado de Productores y Abastecedores de Frutas, Verduras y Hortalizas de Santa Fe, contó detalles a Radio Rafaela sobre la actualidad que atraviesa la producción.
En los últimos días, el kilo de tomate aumentó hasta alcanzar aproximadamente los $5.000, mientras que el cherry tiene un valor de entre $7.000 y $8.000. En respuesta a este fenómeno, muchos comercios optaron por no comprar la fruta debido a la baja demanda.
En ese contexto, Radio Rafaela se comunicó con el presidente del Mercado de Productores y Abastecedores de Frutas, Verduras y Hortalizas de Santa Fe, Carlos Otrino. En charla con el medio, explicó detalles que explican este fenómeno.
Para empezar, comentó que, a veces, “el tomate tiene estas situaciones muy paradoxales”. Esto implica que, por momentos, podemos encontrarlo muy barato y, en otros tiempos, nos encontramos con precios altísimos.
“En esta época, lo que ocurre es que no hay cantidad de producción local, hay muy poca. Están trayendo de Chile y de Brasil”, precisó. En esa línea, contó que estuvo “viendo en el mercado un tomate brasileño elegido, muy bonito, muy bueno, vale entre 50 y 55 mil pesos la caja de 17 kilos netos de fruta”. Otra opción es “un chileno premium, de 16 kilos de fruta” que cuestan entre “entre 60 y 62 mil pesos la caja”.
En este contexto en particular, “no conspira tanto la temperatura, que va a levantar un poquito para el fin de semana y duran un poco más los tomates. Pero, si quisiésemos hacer unos pimientos rojos a la parrilla, hay que abrir la billetera”, bromeó Carlos.
¿A qué se deben estos aumentos? “Tenemos problemas de producción, hay menos superficie sembrada. Los plantines no rindieron lo suficiente porque en Argentina y en parte de la región está presente el virus rugoso del tomate, que impacta mucho en la planta, no la deja arribar a buenos niveles de producción. Se está rescatando lo mejor que se puede rescatar que no alcanza a abastecer la demanda”, indicó.
Bajo esas circunstancias, se hace necesario complementar con productos de Chile, de Brasil y “son otros precios”. “De todas maneras, también está en función de la atracción de la demanda”, añadió.
¿Qué pasa con la lechuga?
“La superficie sembrada en los cinturones verdes de la ciudad de Santa Fe, que es donde uno podría tener esperanza de que valiera un poco menos, ha sido menos y por lo tanto hay menos cantidad de producto”, indicó.
“La verdad es que cuando se invierte en semillas y se invierte en el laboreo, en las tareas culturales de la chacra y todo lo demás, está pesado mover la rueda porque todo es combustible, trabajo, laboreo, todo lleva tiempo. Y necesidad también de acomodar los costos al bolsillo, aún en la producción, y la expectativa no está, porque no está rindiendo”, comentó.
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