"El soplete", sin lluvias, fueron un golpe letal para muchos lotes de trigo y arveja. En el centro provincial algunos ya cambiaron el destino del cereal y comenzaron a enrollarlo o pastorearlo.
Las altas temperaturas y el fuerte viento norte con los que se inició la semana fueron letales para los cultivos de invierno en el centro norte santafesino. Este "soplete" pegó duro en los trigos y también en lotes de arvejas, por lo que se descuentan pérdidas de rendimiento. Luego las condiciones climáticas cambiaron sin que hubiera lluvias, lo que sigue agravando la sequía en la región.
El informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA), que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, indicó que los trigales ya iniciaron "en estado crítico" el período de definición de rendimientos. "Las fases de floración e inicio de formación de grano, fundamentales en el desarrollo de los mismos, demandaron un mayor volumen de agua, ausente en los perfiles", afirma el reporte.
Ante pronósticos climáticos que no anticipan lluvias en el corto plazo que puedan revertir la situación, el SEA estimó que con el transcurso de los días muchos productores decidirían cambiar el destino para esos lotes, que pasarían al consumo animal a través de corte y enrollado; o bien "interrumpirían el ciclo del cereal y proyectarían la siembra de otros cultivos".
En medio de condiciones ambientales muy agresivas, caracterizadas por mayor cantidad de horas luz, temperaturas máximas elevadas para la época del año y jornadas ventosas de dirección norte, el SEA indicó que el mal estado de los trigos "se acentuó en la zona centro, centro oeste y noroeste del SEA, donde aumentaron los síntomas de déficit hídrico de los sembradíos, como amarillamiento foliar, irregular evolución de las plantas, menor desarrollo en altura de los ejemplares y como consecuencia, cultivares irregulares, no uniformes". La mitad de los lotes en el centro norte santafesinos están buenos, mientras la otra mitad califica entre regulares (31%) a malos (19%).
Desde Gálvez, el ingeniero agrónomo Diego Hugo Perez, asesor CREA en la región, confirmó que algunos productores ya decidieron interrumpir el ciclo del cereal. "En campos de inferior calidad, muchos ya cortaron para hacer rollos o largaron los animales a pastorear". La determinación obedece a que la campaña comenzó con una estimación de rindes a la siembra que apuntó a 3.000 o 4.000 kilos "y hoy están más para rendir 1.500".
Las precipitaciones que se esperaban al inicio de la semana fallaron. "No cayó nada de lluvia, nos ilusionamos", dijo Perez. Pero además se combinaron altas temperaturas con fuerte viento norte, que en la zona encontró a las arvejas en un punto crítico. Esto truncó la proyección de rindes por encima de la habitual relación con el trigo, que suele ser de dos a uno. "Hasta ayer -dijo el martes 1° de octubre-, que hubo un soplete terrible: a las 4 de la tarde el termómetro marcaba 43°C la camioneta". En ese momento, relató que estaban recorriendo lotes para evaluar las arvejas, en plena etapa de llenado de grano, "y la verdad que veíamos aborto de chauchas", confirmó.
El asesor precisó que los datos de productores CREA en la región muestran una correlación: "cuanto más rendían las arvejas, más rendían los trigos". Y este año la leguminosa parecía que quebraría esa relación. "Se presentaba distinto, a favor de las arvejas". Pero la acción del "soplete" hace prever que esa diferencia se perdió. Sobre todo si llueve la semana próxima, como indican algunos pronósticos. "Los trigos están en floración y -si se da la lluvia- vamos a tener chances de que el peso de los granos llegue a compensar algo de la pérdida en cantidad de grano, algo que en la arveja está totalmente definido".
Un efecto similar causó el "soplete" en el noroeste provincial. El especialista en monitoreo de cultivos Amilcar Martel confirmó que cortó el llenado de grano en los trigos de la región. "Ya está, se terminó el juego; veremos cómo llenan los que quedan, porque están lechosos y van a quedar livianitos los granos", indicó.
La imagen satelital confirmó lo que percibió en el campo. La curva de acumulación de índice verde -relató- "cuando cae por debajo del 32 no suma más kilos, lo único que hace la planta es removilizar". Con esta "arrebatada grande" estimó que los rindes proyectados al inicio de la campaña caerían a la mitad. "Dentro de todo van a dar", dijo, entre 1.000 y 2.000 kilos, "pero eran para arriba de los 3.000 y se nos cayó a la mitad". También agregó que, más al sur, en el departamento San Cristóbal, observó cultivos más perjudicados por la sequía. "En Ceres o Suardi, que tienen mejore suelos, están peor", concluyó.
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