El clima siguió perjudicando a los trigos del centro norte santafesino en la última semana, con un progresivo deterioro de los cultivos que transitan etapas fenológicas de alta demanda de agua, recurso que no está disponible en el suelo a raíz de la falta de lluvias en la región. Según el monitoreo del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA), que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, la situación se parece mucho al ciclo 2022, una de las peores campañas en los últimos años, a causa de la sequía de aquel año.
En los últimos siete días, las características ambientales fueron similares a las de la anterior, pero con mayor cantidad de horas luz y temperaturas máximas elevadas para la época del año. A esto se sumaron jornadas de viento norte y -principalmente- ausencia de precipitaciones en toda el área de estudio, condiciones que "incidieron en la evolución de los trigales, en sus diferentes etapas fenológicas, que se encontraban y encontraron en estado crítico".
El reporte SEA indica que el impacto es mayor ahora, debido a que el trigo transita las fases de floración e inicio de formación de granos, "fundamentales en el desarrollo del cereal", que demandan un mayor volumen de agua, "ausente en los perfiles".
Según el monitoreo, la situación "se acentuó en la zona centro oeste y noroeste del SEA, donde aumentaron los síntomas de déficit hídrico, como amarillamiento foliar, irregular evolución de las plantas, menor desarrollo en altura de los ejemplares y como consecuencia, cultivares irregulares, no uniformes".
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