A pesar de los reclamos, los inspectores municipales pudieron corroborar que no hubo ninguna irregularidad por parte de la institución. ¿Qué pasa con las denuncias de vecinos en la nocturnidad rafaelina?
En los últimos tiempos, ha disminuido considerablemente la organización de eventos musicales, especialmente nocturnos, en la ciudad de Rafaela. Según lo que reclaman muchos de los profesionales vinculados al rubro, esta merma responde a las estrictas disposiciones municipales que surgen tras las numerosas denuncias que reciben de vecinos por ruidos molestos.
Nadie se salva de esos reclamos, ni chicos ni grandes. No están exentos los boliches ni los clubes. La situación llegó a tal punto de complejidad que incluso ha impedido desarrollar con normalidad cualquier baile del Club de Abuelos Unidos de Rafaela.
En representación de la institución, Hugo Vegetti pasó por los estudios de Radio Rafaela y brindó precisiones de la realidad que atraviesan. Reclamó por “el problema que venimos padeciendo con respecto a los benditos decibeles que tenemos que respetar”.
“Nosotros somos muy cuidadosos para no pasarnos del límite, a tal punto que andamos con el decibelímetro en la mano toda la noche”, indicó. Esa no es la única medida extrema que debieron tomar para evitar las denuncias. Vegetti contó que, pensando en el verano, duplicaron la cantidad de acondicionadores de aire para poder concretar los eventos a puertas y ventanas cerradas sin que salga el sonido.
A pesar de todos los recaudos, el pasado sábado habrían recibido nuevas denuncias cuando estaban realizando uno de sus bailes. Personal municipal se acercó hasta el salón para hacer el control correspondiente a partir del reclamo recibido en la central. Con decibelímetro, chequearon el volumen de la música y se encontraba dentro de los parámetros permitidos.
Finalizado el control, realizaron un acta de inspección sin irregularidades, ya que desde el Club estaban cumpliendo con todas las reglamentaciones vigentes. Sin embargo, este tipo de situaciones no dejan de generar complicaciones. “El sonido estaba perfecto”, indicó Vegetti. “Y, por otro lado, creo que la disposición del limitador de sonido no soluciona absolutamente nada, hay que buscarle la solución por otro lado”, consideró.
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