¿Realmente hace mal o no usar el celular antes de dormir?
Estudios recientes muestran que no solo la luz azul, sino también el tipo de actividad en dispositivos electrónicos, determina la calidad del descanso.
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Durante años se creyó que la luz azul de teléfonos, tabletas y computadoras era la principal causa de los problemas de sueño. Sin embargo, investigaciones recientes revelan que la relación entre el uso de pantallas y el descanso es mucho más compleja, y que el contenido y la actividad que realizamos pesan más que la luz emitida por el dispositivo.
La luz azul y la melatonina
Tradicionalmente se pensaba que la exposición a la luz azul reducía la producción de melatonina, hormona clave para conciliar el sueño. Esto motivó recomendaciones como el uso de filtros o evitar dispositivos antes de acostarse. Sin embargo, estudios recientes muestran que este efecto depende de la duración, el brillo y la distancia de la pantalla. Por ejemplo, usar un iPad a máximo brillo durante dos horas provoca una leve caída de melatonina, mientras que una hora no genera cambios significativos. Además, la luz natural diurna y las diferencias individuales influyen en la sensibilidad al efecto de la luz azul.

Actividades digitales y su impacto
Más allá de la luz, los expertos destacan que las actividades interactivas tienen un efecto más determinante sobre el sueño. Juegos, redes sociales, compras online o conversaciones activas estimulan el sistema de recompensa del cerebro, dificultando desconectarse. Actividades pasivas, como ver televisión o leer, afectan menos al sueño, aunque el contenido también importa: historias emocionantes o nuevas pueden retrasar el descanso, mientras que material conocido y relajante puede favorecerlo.
Un estudio de 2024 con adolescentes mostró que quienes enviaban mensajes, jugaban o interactuaban activamente con dispositivos se acostaban más tarde y dormían menos que quienes realizaban actividades más pasivas. En algunos casos, el uso de pantallas con contenido relajante puede incluso ayudar a dormir, especialmente para quienes enfrentan rumiaciones o pensamientos negativos antes de acostarse.

Recomendaciones de expertos
- Evitar que la cama se asocie con dispositivos: usar el dormitorio solo para dormir ayuda a entrenar el cerebro.
- Seleccionar contenido relajante y conocido si se desea usar pantallas antes de dormir.
- Priorizar actividades pasivas frente a la luz azul, evitando juegos o interacción que active el cerebro.
- No alarmarse si se usan dispositivos con moderación; lo más importante es la calidad del sueño y la sensación de descanso al despertar.
En definitiva, la evidencia científica sugiere que no es únicamente la luz azul lo que afecta el sueño, sino la combinación de la interacción, el tipo de contenido y la hora en que se usan los dispositivos. La clave está en la moderación y en la elección de actividades que no sobreestimulen el cerebro antes de dormir.

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