¿Por qué la lengua de suegra crece con hojas torcidas? Los errores comunes y cómo corregirlos
Falta de luz, riego inadecuado y sustrato deficiente son algunas de las causas más frecuentes. Expertos explican cómo mantenerla erguida y saludable.
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La lengua de suegra (Sansevieria), una de las plantas más populares para el hogar por su bajo mantenimiento y valor decorativo, puede presentar un problema común: hojas torcidas, dobladas o inclinadas.
Aunque a simple vista no parezca grave, este cambio en su estructura puede ser una señal de estrés o de errores en los cuidados diarios.
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Causas más comunes del crecimiento torcido
Expertos en jardinería coinciden en que los factores que alteran el crecimiento de esta planta suelen estar relacionados con el entorno:
- Falta de luz: Si la planta se encuentra en un lugar oscuro o con luz insuficiente, sus hojas tienden a inclinarse buscando una fuente luminosa. Esto provoca crecimiento desparejo y deformaciones.
- Riego incorrecto: Tanto el exceso como la falta de agua afectan la firmeza de las hojas. El exceso puede generar pudrición de raíces, y la falta de agua, debilitamiento.
- Sustrato inadecuado o pobre en nutrientes: Un suelo compacto o sin los nutrientes necesarios impide el correcto desarrollo radicular, derivando en hojas caídas o sin soporte.
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Cómo ayudar a que recupere su forma natural
Para que la lengua de suegra mantenga su forma erguida y saludable, se recomienda aplicar estos ajustes simples:
- Mejorar la iluminación: Ubicala cerca de una ventana con luz brillante pero indirecta. Girá la maceta cada tanto para que la exposición sea uniforme.
- Regular el riego: Solo se debe regar cuando el sustrato esté completamente seco. Asegurate de que la maceta tenga buen drenaje para evitar acumulación de agua.
- Renovar el sustrato y fertilizar: Usá una mezcla liviana y aireada, ideal para suculentas. En primavera y verano, aplicá fertilizante cada 30 días de forma moderada.
- Evitar golpes y movimientos bruscos: Manipulá la planta con cuidado y ubicala en un sitio donde no corra riesgo de caerse o recibir golpes.
- Guiar las hojas: Si una hoja se dobló, podés ayudarla atándola suavemente a un tutor con cinta blanda hasta que recupere su rigidez natural.

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