El truco casero para potenciar el abrigo de tus guantes y no pasar frío en invierno

Con la llegada del invierno, las temperaturas bajan y mantener las manos abrigadas se vuelve una necesidad diaria. Si los guantes tradicionales ya no alcanzan, existe un truco casero simple, económico y muy efectivo para sumar calor sin tener que comprar prendas térmicas especiales.

Cómo hacer un “guante doble” desde casa

La técnica es utilizada por ciclistas, montañistas y trabajadores al aire libre, y consiste en crear una doble capa térmica que conserve el calor corporal:

• Paso 1: Conseguí un par de guantes finos de algodón.
• Paso 2: Colocalos como primera capa, debajo de los guantes exteriores.
• Paso 3: Asegurate de que queden bien ajustados, sin pliegues ni zonas que puedan cortar la circulación.
• Paso 4 (opcional): Si los vas a usar de forma fija, podés coserlos para que no se muevan.

Este sistema actúa como una “doble piel”, permitiendo que el calor natural del cuerpo se conserve más tiempo y se reduzca el contacto directo con el exterior, lo que mejora notablemente la sensación térmica.

Alternativa extra para los más friolentos

Si el frío sigue siendo intenso, una opción extra es colocar una lámina de papel aluminio entre la mano y el guante interior. El aluminio actúa como aislante térmico y ayuda a reflejar el calor corporal, reforzando la protección sin ocupar espacio adicional.

Este truco es ideal para quienes pasan mucho tiempo al aire libre y buscan una solución casera, sin necesidad de recurrir a prendas caras o calefaccionadas.