Adiós a los pegotes en la rejilla de la cocina: el truco casero con dos ingredientes que la deja como nueva
Una mezcla simple y económica permite eliminar grasa acumulada y manchas difíciles en pocos minutos, sin usar productos químicos fuertes.
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Después de cada comida, las rejillas de la cocina suelen quedar cubiertas por grasa, restos de alimentos y salpicaduras que, con el paso del tiempo, se endurecen y forman los clásicos pegotes difíciles de remover. Aunque existen limpiadores industriales específicos, muchos resultan costosos o demasiado agresivos para el uso cotidiano.
Sin embargo, hay una solución casera, accesible y muy efectiva que se volvió un infaltable en la limpieza del hogar: la combinación de vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Dos ingredientes económicos que, al reaccionar entre sí, generan un potente efecto desengrasante y desinfectante.
Por qué funciona esta mezcla
Cuando el vinagre entra en contacto con el bicarbonato, se produce una reacción efervescente que ayuda a despegar la grasa adherida y a aflojar la suciedad incrustada. Además, el vinagre actúa como desinfectante natural y neutraliza olores, mientras que el bicarbonato funciona como un abrasivo suave que no daña el metal.
El resultado es una limpieza profunda que devuelve el brillo a las rejillas sin necesidad de frotar durante largos minutos ni usar productos químicos fuertes.
Paso a paso: cómo limpiar las rejillas de la cocina
Para aplicar este método, solo es necesario seguir algunos pasos sencillos:
Primero, retirás las rejillas de las hornallas y les pasás un paño húmedo para quitar la suciedad superficial.
Luego, las colocás en un balde o recipiente grande y las cubrís completamente con agua caliente, lo que ayuda a ablandar la grasa.
A continuación, agregás varias cucharadas de bicarbonato de sodio y un buen chorro de vinagre blanco. Conviene hacerlo de a poco, ya que la mezcla burbujea intensamente.
Dejá reposar durante algunos minutos para que la reacción actúe sobre los restos adheridos.
Cuando el agua esté tibia, frotá las zonas más sucias con una esponja o un estropajo metálico.
Finalmente, enjuagá con agua limpia y dejá secar las rejillas sobre un repasador.
En la mayoría de los casos, la grasa sale con facilidad y sin esfuerzo excesivo.
Otros usos del vinagre y el bicarbonato en la cocina
Esta combinación no solo sirve para las rejillas. También es útil para desengrasar el horno, eliminar el sarro de la pava eléctrica, destapar desagües y neutralizar olores en la heladera. Por su versatilidad, se convirtió en uno de los trucos más recomendados para la limpieza diaria del hogar.
Eso sí, siempre es importante mezclar con precaución y evitar recipientes muy chicos, ya que la reacción puede desbordar.

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