Gabriela Cenoz, presidenta de fútbol femenino del club, viajó con un equipo de la gerencia de Legales para tratar de liberar a la jugadoras.La abogada paulista Thaís Sankari se hizo cargo de la defensa y presentó un hábeas corpus.
Las cuatro jugadoras del plantel de fútbol femenino de River detenidas en Brasil están viviendo un calvario después de haber protagonizado un escándalo con gestos racistas en un partido contra Gremio por el torneo Ladies Cup, al que el conjunto de Núñez fue invitado y tras los recientes episodios fue sancionado por dos años sin poder participar. Desde el viernes a la noche se encuentran no solo privadas de su libertad sino también incomunicadas en una unidad penitenciaria de San Pablo, donde se llevó a cabo la competencia. River trabaja con su departamento legal para tratar de liberarlas y que pasen Navidad fuera de la cárcel.
El club de Núñez ya anunció que tomará medidas disciplinarias importantes con las jugadores y abrirá un proceso interno, pero eso quedará para después. Lo más importante, ahora, es que las jugadoras queden libres y puedan volver a Argentina. Para ello, allí en Brasil se quedó Gabriela Cenoz, presidenta de fútbol femenino del club y viajó un equipo de la gerencia de Legales. A su vez, la defensa, a cargo de la abogada paulista Thaís Sankari, presentó un hábeas corpus. Y este lunes se desarrolló una audiencia.
Los casos de racismo son considerados como delitos graves bajo la ley brasileña y tienen sanciones estrictas. Más allá del registro del imágenes del partido, en el que seis jugadoras de River fueron expulsadas, todo se potenció luego de la con la denuncia penal de Gremio.
Desde River, ratificaron que la detención y las medidas tomadas por las autoridades brasileñas "son desmedidas", independientemente de la "repudiable actitud de las jugadoras, sobre las cuales nos manifestamos en contra y por las que la institución tomará las medidas necesarias para aplicar la sanción correspondiente". Y agregaron: "El club ya envió equipos legales a Brasil para abordar la situación y se encuentra en permanente contacto con la familia de las jugadoras para llevarles tranquilidad”.
La situación más compleja es la de Candela Díaz, debido a la evidencia registrada en video del acto discriminatorio, en la que hacía el gesto de un mono, mientras que sus compañeras Milagros Díaz, Juana Cángaro y Camila Duarte enfrentan acusaciones por conductas derivadas del mismo contexto. Se las acusa de insultos racistas, que ellas niegan.Esa situación se dio, de acuerdo a lo que muestran las imágenes, cuando discutían con un alcanzapelotas que las maltrató en pleno campo de juego. Sin embargo, el joven brasileño no quedó detenido.
Las cuatro chicas son profesionales e integran el plantel de River que tuvo un andar irregular durante el año. Tras terminar en el tercer lugar en el Apertura, a 11 puntos del campeón Boca, apenas sumó 18 unidades en el Clausura, torneo en el que culminó en la undécima posición, muy lejos de San Lorenzo, ganador del certamen.
Candela Díaz tiene 25 años, es santiagueña, específicamente de un pueblo llamado Fernández, de apenas 11 mil habitantes, que está conmocionado por el hecho. Candela, mediocampista, llegó de su lugar natal a Buenos Aires en febrero de 2022 para jugar en Excursionistas. Comenzó a jugar al fútbol a los 7 años en la Escuelita “La Bruja”, de Román Verón, y a los 12 años debutó en Primera para jugar con la camiseta de Independiente FDZ, luego Güemes, Vélez SR y hasta representó al seleccionado santiagueño antes de dar el gran salto. Tras dos buenas temporadas en la Primera de Excursionistas llegó a River, donde fue fichada en enero de este año.
Milagros Díaz (24), por su parte, está en River desde hace dos años y llegó desde Gimnasia. Es platense y también juega de mediocampista. Debutó profesionalmente con apeneas 16 años y antes de jugar en el Lobo lo hizo en Villa San Carlos, donde arrancó su carrera. El fútbol fue siempre su pasión. Siempre recuerda estar junto a una pelota desde muy chica.
Juana Cángaro (18), en tanto, creció en River y, como lateral derecha, llegó a jugar en la Selección Argentina Sub-20. Su nombre, además, es conocido, por una campaña que se hizo viral para que la Liga de Mercedes la dejara jugar cuando el club Estudiantes de esa ciudad la incorporó pero no dejaron inscribirla porque "solo aceptaban varones". Ella tenía apenas 10 años.
La campaña #DejenJugarAJuana había puesto a la joven nacida en Jáuregui y criada en Mercedes en el centro de la escena nacional. Fue entonces cuando River se hizo eco y Juana fue invitada a realizar pruebas en el club. Era 2016, y tras tres días de entrenamientos intensos, quedó seleccionada.
Por último, Camila Duarte (19) es defensora, oriunda de Burzaco y al igual que Cángaro también jugó el Mundial Sub-20 con Argentina. Empezó jugando a los 8 en equipos masculinos en el club Los Eucaliptos, en el Barrio Lindo del partido de Almirante Brown. Después, su mamá la llevó a torneos femeninos en Ezeiza. De ahí saltó al futsal de Camioneros y en 2019 se probó en fútbol 11 en River y quedó.
La pelota ahora quedó de lado. Las chicas solo piensan en su libertad si la justicia brasileña lo dispone y desean reencontrarse con sus familias en Navidad.(Clarín)
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