Para algunos, parece ser una simple sugerencia. Terminan ignorando el pedido y poniéndose en peligro solo para acortar unos pocos la caminata.
Una de las esquinas más transitadas del sector céntrico de la ciudad es aquella en la que se encuentran emplazados los viejos Almacenes Ripamonti, en intersección de calle 9 de Julio y Belgrano.
Esta construcción, histórica para la ciudad, es parte del patrimonio de todos los rafaelinos. Es por ello que el Municipio está llevando a cabo acciones para garantizar la seguridad y preservar el patrimonio urbano.
En ese marco, se presentó ante el Concejo Municipal un plan detallado para abordar la situación actual de la Recova Ripamonti, especialmente tras el último derrumbe que ha generado gran preocupación. Por ello, han comenzado a ejecutar acciones para garantizar la seguridad e higiene en los antiguos Almacenes, donde se requieren intervenciones urgentes.
También, se encuentran trabajando en la planificación de demolición de aquellos muros que tienen peligro de derrumbe. Particularmente, una primera etapa incluye la fachada de calle Belgrano, que se encuentra en riesgo. Es por ello que, actualmente, está prohibido el paso por la pasarela amarilla que rodea la esquina.
Caso omiso a la advertencia
Aunque interrumpieron la circulación por ese sector, parece ser que muchos vecinos no entendieron la advertencia. Algunos de ellos procedían a correr el primer cartel colocado y se metían igualmente por la pasarela.
Finalmente, el Municipio debió bloquear totalmente el paso con un conciso cartel: “¡ATENCIÓN! Transitar por la vereda de enfrente”. A pesar de la claridad del pedido, algunos parecen no entenderlo. De hecho, para acortar unos metros, muchos vecinos rodean el cercado caminando por la calle y obstruyendo la circulación vehicular.
Cabe reiterar que el tránsito en la pasarela está cerrado por riesgo de derrumbe de los muros, especialmente el que se encuentra sobre calle Belgrano. Incluso, este último está asegurado con tirantes de madera que intentan evitar que la pared caiga por su propio peso hacia el exterior.
En ese sentido, repetimos el pedido de precaución, particularmente a los peatones que terminan poniendo en peligro su integridad física para acortar unos pocos metros de recorrido.