Sacrificio, valor y abnegación en el día del Bombero Voluntario: “Ayudar a quien lo necesita es lo más importante que tenemos”

Son miles los hombres y mujeres que diariamente brindan su tiempo en beneficio de los demás. Es el caso de Andrés, Darío, Paola y Santiago que están al servicio en el cuerpo de Rafaela, y charlaron con RADIO RAFAELA.

El 2 de junio de 1884 se creó el primer Cuerpo de Bomberos Voluntarios. Fue constituido por vecinos autoconvocados del barrio de La Boca a raíz de un voraz incendio.

En aquel siniestro, Tomás Liberti, su hijo Orestes y otros vecinos se unieron de manera solidaria para combatir las llamas. Tiempo después, un 2 de junio, institucionalizaron esa unión creando el primer cuerpo de bomberos de la República Argentina.

Actualmente, el Sistema Nacional constituye el principal brazo operativo de Protección Civil del país. Son más de 36 mil hombres y 7 mil mujeres, divididos en 1000 cuarteles, quienes se exponen al peligro y prestan de manera profesional el servicio de seguridad siniestral para más de 40 millones de argentinos, las 24 horas y los 365 días del año.

La ciudad de Rafaela tiene su propia institución, con un Cuerpo Activo integrado por hombres y mujeres que cada día ponen a disposición su tiempo y entrega para colaborar en las situaciones que lo requieran.

Robando un poquito de tiempo a sus trabajos, otro poco al descanso, algunas veces a los afectos y también a muchas otras obligaciones, se organizan para ponerse al servicio de la sociedad ante cualquier emergencia.

¿Cómo es un día en la vida de los Bomberos Voluntarios? Esa es la pregunta de RADIO RAFAELA a la que respondieron cuatro de los integrantes del Cuerpo Activo de la ciudad. Claros ejemplos de entrega, valor y sacrificio, en Rafaela.

Andrés Baldessari, jefe del cuerpo

El cuartel de Bomberos Voluntarios de Rafaela está activo desde el año 2010, y desde ese mismo momento Baldessari se encuentra al servicio como parte del equipo. Paralelamente, se desempeña como Arquitecto, además de ser docente en la Escuela Técnica N°460.

“Soy bombero desde el 4 de diciembre del año 2010. ¿Cómo surgió? Se fue dando de manera natural. De chiquito, tengo fotos jugando a que era bombero y con camiones de bomberos”.

“Cuando fui grande, me fui relacionando con el tema de las emergencias médicas, participé como instructor de una fundación que se dedicaba a dar capacitaciones en emergencias médicas, trabajé como paramédico. Todo se fue dando hasta que decantamos en un cuartel de bomberos, antes de que se forme el cuartel de Rafaela”, contó Andrés.

Ser bombero “es un estrés muy grande, no es fácil. Si bien, esto es una actividad voluntaria que a nosotros nos llena enormemente, para quien no lo vive ni participa de esto no lo puede entender. Realmente, dejamos mucho tiempo en el cuartel. Cuando se dice que el bombero da la vida, implica todo el tiempo que le dedica al cuartel”, sostuvo.

“Insume muchísimo tiempo. Toda esa preparación y el día a día implica un tiempo muy importante que se lo restamos muchas veces al descanso, a la familia, a los hijos, a los eventos, e incluso muchas veces al trabajo”.

Paola Suárez

Otra de las integrantes de cuerpo es Paola, que todos los días se encarga del cuidado animal como médica veterinaria, en Av. Italia 214 donde se ubica su consultorio. Se define a sí misma como “soletera. Mi vida se basa en la veterinaria, el cuartel y la familia”.

Su trabajo en el Cuerpo Activo comenzó hace algunos años. “Ingresé en 2018 y egresé en 2019. Vine porque tengo familia de bomberos, mi papá era bombero, y siempre lo quise hacer. Me recibí, estuve trabajando y me anoté para ser Bombero Voluntario. Mi papá fue Bombero Zapador y tuvo más de 30 años de servicio”.

Todos los días, se levanta a la mañana para ir a trabajar. Al mediodía, sale de su veterinaria para asistir al cuartel a la hora de la siesta. La rutina por la tarde es la misma, trabajo en las primeras horas y a la noche va hasta el cuartel, cuando los tiempos se lo permiten. “Los sábados, cuando nos toca la guardia, estoy a partir de las 12 hasta que la hora me lo permita”.

“Somos todos una familia. Aparte del compañerismo, es como estar en tu casa. Es una pasión, de chica lo viví a ese servicio que muchos no entienden. Cuando llegás al cuartel y salís para ayudar a la gente, es reconfortante. Estar pronto para ayudar es lo mejor”.

Santiago Barreto

Desde muy chico, y siendo todavía muy joven Santiago también forma parte del equipo de Bomberos de la ciudad. “Entré a la institución en el año 2012 como cadete de Bomberos Voluntarios cuando tenía 12 años. Ya este año estaría cumpliendo los diez años de servicio en total”.

“También, dentro de la institución, más allá de mi trabajo como bombero general, estoy como segundo encargado de la escuela de cadetes que tenemos dentro de la institución”, contó.

Todo empezó con un grupo de amigos en la primaria. “Uno de ellos en ese momento tenía un familiar que estaba en la institución. Se había formado la idea de hacer una escuela de cadetes y ese chico lo llevó a nosotros. Decidimos probar”, dijo.

Hoy en día, trabaja en Óptica Lencioni en horario de comercio, y hace algunos malabares para poder organizar su tiempo y asistir al cuartel. “Así mismo, estoy estudiando una carrera universitaria en ITEC, Higiene y Seguridad”, agregó.

“Hago una guardia medianamente activa los días sábado por la tarde y a veces los domingos por la tarde, que son los momentos en los que mayormente no trabajamos y tenemos más tiempo para venir. Ahí es cuando más nos juntamos con el cuerpo activo para cumplir tareas o estar a lo que ocurra”.

“Ayudar, estar, colaborar, salir cuando alguien lo necesita, es lo más importante que nosotros tenemos acá. Hacer esto a cambio de nada por las personas para mí es el significado real por el que la mayoría estamos acá”, comentó.

Darío Bonetto

Por último, desde RADIO RAFAELA también charlamos con Darío, cabo primero de este Cuerpo Activo de Rafaela. Paralelamente, a diario dedica su tiempo a la empresa de transporte con la que cuenta, y además vende seguros desde una oficina en su domicilio.

“Yo siempre colaboré con instituciones, pero desde la parte de afuera. Y un día me invitaron a sumarme al cuartel. Al principio dudé, y después me sumé. La verdad es que me arrepiento de no haberme sumado antes”.

“Todos los bomberos del cuartel tienen su actividad laboral, lo del cuartel lo hacemos por fuera de nuestro trabajo”, comentó.

En su trabajo para el cuerpo de bomberos, aseguró que “cada salida es una experiencia nueva. Incendios grandes me han tocado dos o tres en Rafaela, y siempre se aprende algo. A su vez, dentro del cuartel pertenezco a la Brigada de Rescate Acuático de la provincia de Santa Fe y ahí se viven experiencias duras porque se trabaja por lo general con óbitos, y de toda clase. Es muy dura la situación en la que uno trabaja, es la parte fea del trabajo”.

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Radio Rafaela

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