“Cada vez que salía, no sabía si iba a volver con vida”, contó Juli a RADIO RAFAELA tras la operación.

En julio se realizó en el Hospital SAMCo Rafaela “Dr. Jaime Ferré” la primera operación de reconstrucción de cráneo, mediante prótesis 3D, a una paciente de 17 años que tiempo atrás había sufrido un accidente en el cual casi pierde la vida.

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Para el Hospital, este un hito de su equipo de neurocirugía que lo posiciona, una vez más, como un centro de salud de avanzada en la región. Para Julieta, es el final de una etapa de sufrimiento y lucha por mejorarse, la vuelta a una vida normal.

Junto a Patricia, su madre; Cristian, su padre; y Fernando Mazzuferi, el neurocirujano que la atendió; Julieta visitó los estudios de RADIO RAFAELA. En primera persona, relató lo sufrido y los motivos por lo que terminó sometiéndose a cirugía.

Los hechos

El 6 de noviembre de 2021 sufrió un accidente con su caballo en San Cristóbal. Una de sus hermanas, que presenció el momento, manifestó que el estado en que se encontraba Julieta era desesperante. Los primeros médicos en verla le dieron poca esperanza de vida y la trasladaron a Rafaela.

“Si bien es duro este accidente, Julieta no hacía ni cuatro meses que había sufrido otro accidente que también fue bastante trágico. Ahora ese pasó a quedar en un segundo plano porque este fue con más gravedad”, contó Patricia.

Fue en la Fiesta Nacional del Caballo, cuando Julieta fue parte de desfile. “Apenas salió, el caballo de ella terminó dando la vuelta. La volteó, la pateó y la pisó. Terminó con las consecuencias más graves”, relató la mamá de Juli.

“Muchos me cuestionaron porque la dejé subir ahí, pero ningún padre quiere que le pase nada a su hija. Ninguno. Y me sentí culpable muchas veces”, lamentó Cristian, el papá de la joven.

Tras lo ocurrido, contó que urgentemente la derivaron al nosocomio más cercano pero que demoraron en derivarla porque no sabía si se salvaba. Sin embargo, a pesar de las dudas, la trasladaron hacia el Hospital "Dr. Jaime Ferré", donde la recibieron para su atención médica. “Llegó a las urgencias, donde gracias a Dios nos encontramos con el Dr. Mazzuferi”.

La intervención

Fernando Mazzuferi fue el neurocirujano que rápidamente intervino en el caso. “Lo de Juli fue muy rápido. Ahí nomás se definió la cirugía y empezamos el lento camino de recuperación”, contó. Superada esa instancia, “lo primero que le decimos es que 'el paciente volvió a nacer'”. Y ahí es cuando surge la pregunta de todos los padres en ese momento: ¿vamos a reconstruir el cráneo?

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Previamente, hay que lograr que el paciente se levante, pueda ir al baño por sus propios medios, coma solo, se pueda vestir. “Cuando logremos esas cosas básicas, empezamos a charlar de otra cosa más. El paciente vuelve a nacer”.

El Dr. Mazzuferi explicó que en esos momentos se lucha muchísimo con la ansiedad de la familia que quiere a su hijo entero. “Pero a veces hay que explicarle que el hijo no va a volver a ser nunca más la persona que era antes del accidente, para bien o para mal porque hay que reeducarlo completamente”.

“En el caso de Juli, fue mejorando bastante y se planteó la reinserción escolar que es fundamental en suma a la contención escolar que ayuda a cuidar la prótesis”, contó.

En primera persona

Julieta, la paciente protagonista de este hito para el hospital, contó que al principio no se quería operar ya que veía la intervención como algo estético. “Puedo vivir con eso, que la gente se de vuelta y me mire con rareza”, dijo.

Pero después la golpeó la realidad cuando quiso vivir su día a día normal, como antes. “Me daba cuenta de que, si mis sobrinos jugaban dentro de mi casa con una pelota, corría riesgo. Si me tiraban un cascote en la cabeza, corría riesgo. Sí o sí la necesitaba, por eso dije que mi decisión era operarme finalmente”, relató. 

“Ahí empezamos a hacer todo lo posible para que se autorice la prótesis. Millones de pacientes están esperando una prótesis. El día a día sin un pedazo de cráneo es bastante jodido. Con solo salir al boliche, la sociedad ya no es más la tranquilidad de antes, se tiran con botellas o con cubitos de hielo. Cada vez que salía al boliche, no sabía si iba a volver con vida”, se lamentó.

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