La intendenta de la ciudad de Sastre, María del Carmen Brunazzo, contrajo Coronavirus y, deliberadamente, evitó notificar la situación al hospital local, efector que debía controlar su estado de salud.

 

Por su parte, en un comunicado sin firma ni membrete enviado a través de la oficina de prensa del bloque de diputados provinciales de la Unión Cívica Radical, que consignaron como documento oficial de la Municipalidad, se explicó que la mandataria “no incurrió en ninguna falta”, y que la noticia que circuló “tiene clara intencionalidad política y persecutoria hacia su persona”.

El hecho tomó trascendencia y fue advertido por autoridades de la cartera sanitaria provincial a partir de una diferencia en el registro de hisopados enviados a Santa Fe: se despacharon desde Sastre 10 estudios y llegaron 12 resultados. Y cuando revisaron a quién pertenecían, se descubrió que se trataba de la intendenta y de una mujer de su familia de avanzada edad.

“Es una cuestión de salud pública en un contexto de pandemia internacional. Nadie puede estar ocultando su condición de enfermo y mucho menos si se trata de una autoridad que tiene la responsabilidad máxima de velar por la salud de la población”, remarcaron desde el Ministerio de Salud.