El vagón de los recuerdos: Jorge fabrica réplicas de vagones de tren en un taller en la localidad vecina de María Juana

En la década del 50, llegó a ser la fábrica de vagones más grande de Sudamérica hoy, un ex empleado construye minuciosos trenes a escala “para mantener vivo el recuerdo”. 

En 1951, en pleno auge del gobierno peronista, se creó en María Juana, en el corazón de la pampa gringa, la fábrica de vagones ferroviarios Buriasco. En un principio propiedad de la familia cuyo apellido le dio nombre a la firma, con el impulso que Perón le había dado al ferrocarril llegó a ser la fábrica de vagones ferroviarios más grande de Sudamérica y la creadora del primer vagón de carga argentino.

Migrantes de todo el país llegaban a trabajar en sus galpones y la empresa llegó a contar con una plantilla de mil empleados. Pasaron los años, llegaron los privatizadores 90, y la fábrica Buriasco quedó al borde de la desaparición. Pero en un tallercito del pueblo, apenas iluminado por un rayo de sol en las mañanas y por una lámpara durante las noches, sigue vivo el recuerdo de aquellos tiempos de amor por el trabajo.

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María Juana es una localidad del sur del departamento Castellanos, ubicada a poco más de 200 kilómetros de Rosario y a 126 de Santa Fe. Allí vive Jorge González, ex trabajador de la fábrica Buriasco, como su papá, que aportó sus brazos a esa firma durante 40 años. Ahora se dedica a la carpintería y los fines de semana, en los “ratos perdidos”, hace réplicas de aquellos viejos vagones y de sus locomotoras.

En diálogo con RADIO RAFAELA Jorge contó que trabajó en la fábrica a partir del año 85, junto con su padre.

"Mi papá trabajo casi 40 años. Yo estuve un año y medio, me tomaron en el año 85. Fue el último vagón que se hizo ahí. Yo, aparte de carpintería, hacía los pisos. El vagón se usaba para cereal como también para carga por eso iba revestido adentro". destacó Jorge.

"La fábrica fue la creadora del primer vagón de carga. En el año 1978  llegó a tener casi 1000 obreros que venían de todos lados, de todos los puntos del país", agregó y destacó que hoy en día, la fábrica continúa trabajando, "haciendo reparaciones" con alrededor de 100 empleados.

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Un taller que mantiene vivo el recuerdo

Jorge contó que su oficio es ser carpintero, "me encanta hacer réplicas, sobre todo en tiempos de pandemia se me ocurrió, como no se podía hacer mucho, en frente del taller pasan las unidades en reparación y yo les saco fotos, y en base a eso yo hago las réplicas".

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Consultado acerca del tiempo que demanda hacer este tipo de trabajos, Jorge contó que demora aproximadamente dos semanas.

"A lo mejor el vagón completo de la pasajeros capaz que lo hago en 15 o 20 días pero dedicándole a full. Hay que hacer alambre, pintarlo, todo manual. Es todo madera, pino, parte de cerro. Hago auto pino, fibra fácil, timbo, madera blanda y los techos los hago todo con terciados", subrayó.

Ahora está comenzando, a lo que se llamaba la chatita, que es la mitad de un vagón, que transportaba madera. "Estoy confeccionando ese, me quedaría de hacer un movilero y terminaría todos los modelos que se han fabricado acá. Son 8 modelos", finalizó.

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Radio Rafaela

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