Camino a Miramar se encuentra un balneario muy tranquilo y cómodo para esa escapadita mágica. Dos horitas de viaje desde Rafaela.
A solo tres kilómetros de la pintoresca localidad de Marull, a través de la ruta provincial 17, se encuentra el Balneario Puente de Marull, una joya oculta que se erige como una opción destacada para los turistas que buscan escapar de la rutina en las aguas saladas de la laguna de Mar Chiquita.
Este paraíso, ubicado a orillas del brazo Plujunta del río Xanaes (también conocido como Segundo), se sitúa a una corta distancia de su desembocadura en la extensa laguna de Mar Chiquita.
La estructura del balneario, un camping que abraza las aguas del río, se ve realzada por un antiguo puente ferroviario construido en 1928, evocando la época en la que los trenes marcaban el pulso del interior del país. Las vías, que cesaron su funcionamiento en 1978, eran parte del recorrido del ferrocarril Belgrano, que unía Deán Funes con Santa Fe, atravesando la ciudad de Córdoba.
El encanto de este lugar se ve reforzado por su historia, ya que la primera temporada del balneario se remonta a 1964, cuando las familias Bertola y Medina donaron dos predios al municipio, marcando el inicio de sus actividades.
Con el paso del tiempo, el balneario ha ido desarrollando su infraestructura bajo la sombra de majestuosos eucaliptus. Además de las áreas de camping, se han incorporado servicios esenciales como sanitarios, mesas y asadores.
Este espacio también ha evolucionado con la inclusión de quinchos y otros servicios, convirtiéndose así en un refugio completo y acogedor para quienes buscan disfrutar de la naturaleza y la historia a la vera del río Xanaes.
Con información de La Voz
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