“Esta es una ventana de siembra que cierra el 15 de enero. Lo que no se sembró hasta ahí, difícilmente se pueda hacer después”. Así lo afirmó el ministro tras participar de una reunión con Juan José Bahillo.

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El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Juan José Bahillo, analizó con los ministros de Agricultura y Producción de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, La Pampa y Entre Ríos una agenda de temas propuesta por las provincias, que incluye reforzar el financiamiento para sectores complicados por los tres años de sequía como la lechería, la ganadería porcina y avícola, y la agricultura.

Del encuentro convocado por Bahillo en la ciudad de Rosario, participaron los representantes de la Mesa de Enlace quienes solicitaron mayor celeridad en la asistencia a los productores, por el contexto de urgencia que viven.

Luego de ese encuentro, desde RADIO RAFAELA dialogamos con Daniel Costamagna, ministro de la Producción de la Provincia de Santa Fe. En la charla, comentó que “en la producción triguera en la Provincia las mermas han sido de alrededor del 40%”.

“Fue una cosecha muy mala. Salvo lugares puntuales, los rindes fueron muy flojos y lo que preocupa es que hoy prácticamente está detenida la siembre de cosecha gruesa porque no hay humedad en los perfiles de suelo”, comentó el funcionario.

Esto último “pone en jaque la situación actual, pero preocupa el 2023 porque esta siembra de maíz es la que posibilita que tanto los tamberos como los productores avícolas, ganaderos, porcinos, tengan el alimento sustancial para su producción”.

“En Argentina se producen (dependiendo del año) 50 o 60 millones de toneladas de maíz, de las cuales se exporta el 65% como grano para otros países donde luego se lo convierte en alimento”. Solo el 35% se transforma en Argentina para la producción avícola, porcina, láctea, cárnica. El gran desafío es revertir esta ecuación y transformar la mayor cantidad posible de este grano.

“Esta es una ventana de siembra que cierra el 15 de enero. Lo que no se sembró hasta el 15 de enero, difícilmente se pueda hacer después”. La sequía se da en los meses de noviembre y diciembre cuando el productor está programando todas las reservas, se están confeccionando rollos, se está sembrando para silos, se están preparando los campos para el invierno.

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Emergencia agropecuaria

El ministro Daniel Costamagna fue tajante al sentenciar que “la Ley que tenemos es mala. Es una herramienta que poco sirve. Por ello, hemos enviado a la Legislatura de la Provincia un proyecto de Ley consensuado con la oposición trabajado con universidades, con las entidades del campo”.

De tener ese elemento, ante situaciones como estas de falta de agua “nos permitiría afectar fondos más rápidamente, tener obras para prevenir estas cuestiones especialmente en el Norte. Allí es muy triste la situación porque hay muchos campos donde el agua se pone fea, la hacienda no la toma, hay mortandad, hay que trasladar agua”.

Hoy se está haciendo uno de los acueductos más importantes de la Provincia desde San Javier a Tostado. “Esas son las soluciones de fondo”, destacó el ministro Costamagna. Sin embargo, aclaró que hoy en día cuentan solo con paliativos.

“Tenemos comprometidos 900 millones de la Nación, más 300 millones de fondos provinciales para inyectar a los productores pequeños y medianos inscriptos en la emergencia. De esa manera vamos a ayudar, con capital de trabajo, créditos a tasa cero, cisternas para el traslado del agua con ayuda de las comunas”, entre otras, mencionó el funcionario.

Aunque hay una serie de acciones, “los temas de fondo tienen que ver con la Ley que permita darles previsibilidad a los sistemas productivos, y contar con la llegada de fondos nacionales”.

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País Federal

Costamagna sostuvo que, “en la medida que este país no se piense desde el interior, desde la cabeza productiva que es donde se genera la riqueza y se siga pensando si los fondos se distribuyen entre CABA y Buenos Aires, no se van a resolver las cosas”.