Ese día se reunirá la Mesa de evaluación para detallar el plan. Los anfibios del Ejército serán los encargados. Qué dicen los estudios previos.

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"El próximo miércoles, desde las 9 de la mañana, fue convocada la Mesa que fue creada para evaluar cómo retirar el embalsado" que bloquea el paso navegable en la desembocadura de la laguna Setúbal, a la altura de los antiguos pilares del Ferrocarril, en la zona del Faro. Así lo informó el secretario de Protección Civil de la Provincia, Roberto Rioja.

Se trata de una imponente masa de vegetación acuática que ocupa todo el ancho de la desembocadura de la Setúbal e impide el acceso a la laguna, por lo que se transformó en un problema. La mayoría de la vegetación que conforma el embalsado es canutillo, de variedades distintas. Además se agregan los catay y los camalotes. "La mayoría son canutillos que crecen en las márgenes de los cauces secundarios del sistema fluvial del río Paraná", explicó la ingeniera en Recursos Hídricos Aylén Carrasco. En sus sistemas naturales pueden llegar a tener hasta 14 metros de largo y ocupar, en los cauces naturales, hasta dos metros de profundidad".

"Como no están en su hábitat natural, están flotando con la corriente, la planta se ha ido entrelazando con otra vegetación que viene viajando con ella. Por eso se ha hecho este embalsado denso, un entramado muy cerrado. Estamos monitoreando la vegetación, haciendo los cálculos para poder saber cuál es el peso de esa gran masa de vegetación que está instalada ahora", dijo Carrasco.

Riesgo

"Lo que te puedo decir hoy es que en función de las mediciones que hicimos la semana pasada, no detectamos retención del flujo por el embalsado de vegetación", anticipó este lunes la bióloga Melina Devercelli, desde el Instituto Nacional del Agua (INA Santa Fe). Esto significa que "el agua circula y que no observamos un levantamiento de su nivel aguas arriba de los pilares del ferrocarril", agregó; algo que de ocurrir podría transformarse en otra preocupación. Esto mismo es lo que va a informar en una reunión preliminar prevista para el martes entre los evaluadores técnicos y científicos.

Si bien se trata de un fenómeno natural que hace las veces de filtrado de superficie como humedal, el mayor problema que genera el embalsado es la imposibilidad de navegar la Setúbal, con la consecuente imposibilidad de control y seguridad, en caso de ocurrir una emergencia. De producirse un accidente sería un problema llegar hasta el lugar en embarcaciones de Prefectura, de Guardavidas o de cualquier otro organismo.

Por otra parte, también es un problema la dimensión que tiene el embalsado, la que cada vez es más grande, debido a que la vegetación acuática que lo conforma continúa descendiendo aguas abajo desde el Delta Superior de la Setúbal -a la altura de la desembocadura del arroyo Leyes y los Saladillo Amargo y Dulce- y se acumula a donde los pilares del FFCC sirven de contención. Así las cosas, hoy el embasado ocupa todo el ancho del río, de orilla a orilla -unos 540 metros-, y tiene en algunos sectores más de 35 metros de ancho.

Días atrás hubo un intento de abrir un paso entre la vegetación de parte de un grupo de nautas santafesinos autoconvocados. Pese al arduo esfuerzo de días y días el resultado fue negativo. Es casi imposible abrir un paso sin contar con los elementos necesarios. La masa de vegetación acuática es muy grande y compacta.

Por eso los organismos provinciales de Protección Civil y de Seguridad recomendaron "no acercarse al embalsado, hasta tanto se tome la decisión de retirarlo", dijo Rioja. Mientras que la Prefectura vela por que así se cumpla. "Lo más importante ahora es que nadie se acerque a querer cruzarlo caminando ni intentar retirarlo", insistió, "porque puede ser un riesgo y, además, porque en caso de hacerlo de manera no controlada puede causar algún inconveniente aguas abajo", advirtió el funcionario a cargo de Protección Civil.

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La decisión

Previo a la reunión de la Mesa prevista para el miércoles, este martes desde las 13 mantendrán una reunión los representantes del Ministerio de Ambiente de la Provincia, del INA y de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral. Allí se entrecruzarán los datos técnicos y científicos que servirán para evaluar el estado de situación el miércoles y tomar la decisión final.

Mientras que el miércoles se verán las caras con documentos en mano los representantes de la Provincia, el Municipio, la Prefectura Naval Argentina, el Ejercito (Batallón Anfibios), el INA y la UNL. Sólo resta saber cuándo y cómo será retirado el embalsado.

Fuente: E L