El consumo problemático de estupefacientes sigue siendo una de las grandes preocupaciones a nivel local en la ciudad de Rafaela, lo cual se replica también a nivel provincial. Según Andrés Carassai, director provincial de Abordaje Terapéutico, la situación no solo ha aumentado, sino que las metodologías de consumo también han cambiado, lo que trae consigo nuevas y complejas consecuencias sociales.

“Es una problemática que lamentablemente va en ascenso. No son prácticas novedosas, los consumos ya vienen instalados desde hace muchos años”, comentó Carassai en entrevista con Radio Rafaela. Sin embargo, destacó que lo que sí ha cambiado con el tiempo son las metodologías, que “tienen diferentes consecuencias sociales”, lo que agrega complejidad al abordaje del problema.

En cuanto a las sustancias que se consumen, Carassai detalló que, aunque el consumo de cocaína sigue siendo habitual, la forma de consumo ha cambiado. “Hoy se está fumando mucho la cocaína, pero no se encontró tanto paco en Santa Fe. Si bien la cocaína es de baja calidad, el paco es la pasta base que es el residuo de la fabricación de cocaína. De todas maneras, las consecuencias tanto de salud como sociales son drásticas y dramáticas”, sostuvo.

Programa Acompañarte

En este contexto, Carassai mencionó que el gobierno provincial, gracias a la decisión política del gobernador Maximiliano Pullaro y la ministra Victoria Tejeda, ha implementado el “Programa Acompañarte”. Este programa tiene como objetivo crear nuevos dispositivos regionales para mejorar la accesibilidad al tratamiento y la prevención del consumo problemático en todo el territorio de Santa Fe. 

En Rafaela, por ejemplo, contamos con un dispositivo en el DIAT, “que se armó en conjunto con el gobierno local y el gobierno provincial”. “Nosotros aportamos el apoyo económico y técnico, mientras que el gobierno local se encarga de los recursos humanos, materiales y el inmueble”, explicó el director provincial.

A pesar de estos esfuerzos, Carassai señaló que la asistencia en estos espacios es voluntaria, y esto plantea un desafío. “Generalmente, se encuentra poco voluntarismo, al menos en los más jóvenes. Entonces, el acompañamiento familiar termina siendo importante”, expresó. 

No obstante, indicó que, en muchos casos, la familia misma también se encuentra afectada por el consumo de sustancias, lo que complica aún más la recuperación. “Lamentablemente, nos estamos encontrando que hay varias generaciones de consumidores dentro de la familia. En un pasado, podía ser la madre o la abuela quien acompañaba a ese joven a hacer tratamiento, y hoy puede ser que la madre o la abuela, o el padre y el abuelo sean también consumidores, lo cual dificulta la recuperación”, lamentó.

Abordaje integral

A pesar de este panorama complicado, Carassai destacó la importancia de construir nuevos espacios de apoyo para los jóvenes fuera del núcleo familiar, como en escuelas, clubes e instituciones de fe. “Hay que generar espacios en donde podamos encontrar acompañamiento. Si no lo encuentran en la casa, hay que construir esos espacios en otros lugares”, remarcó.

Con un panorama cada vez más complejo, Carassai hizo hincapié en la necesidad de seguir trabajando en la prevención y el tratamiento de las adicciones, a la vez que resaltó la importancia de la colaboración entre las diferentes instancias de gobierno para enfrentar esta problemática de manera efectiva.

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