El ministerio de Economía prepara modificaciones en el Programa que utilizan más de 1.700.000 santafesinos. El objetivo es estratificar y que el Estado subsidie solo a aquellos grupos sociales que realmente lo necesiten. El resto será producto del acuerdo entre los bancos y los comercios.
Billetera Santa Fe cambiará a partir de enero. El gobernador Maximiliano Pullaro definió la continuidad del programa, pero con profundos cambios respecto al subsidio que aporta el estado provincial. A partir de ahora, Provincia buscará que el aporte que realice impacte directamente en los sectores sociales menos beneficiados, mientras que el reintegro que reciban el resto de los usuarios será a partir del acuerdo que surja entre el banco y los comercios.
El exitoso, pero costoso programa de reintegros financiado por el Estado provincial, lanzado a comienzos del 2021 por la administración de Omar Perotti, será modificado drásticamente. El contexto de aquel momento marcaba la salida de la pandemia y el objetivo era dinamizar las ventas en comercios y aliviar el bolsillo de los santafesinos golpeados por la inflación.
Billetera Santa Fe fue rápidamente aceptado y superó las expectativas. En la actualidad, según los datos del Ministerio de Economía, el programa es utilizado por 1.747.000 usuarios en 38000 comercios de toda la provincia. A su vez se realizan 7 millones de transacciones por mes que se traducen en casi 40 mil millones de volúmenes de ventas por mes.
Con el correr del tiempo, lo que en un momento resultó beneficioso, en la actualidad perdió eficacia. Mientras que para los sectores sociales más pudientes el reintegro de $5000 puede resultar insignificante, para los menos favorecidos es insuficiente, indican funcionarios del Ministerio de Economía al momento de explicar la necesidad de imprimirle cambios a Billetera Santa Fe. En definitiva se trata de un subsidio masivo y sin ningún tipo de segmentación y una inversión equiparable a la construcción de una escuela por mes.
Durante la transición y una vez que asumieron el Gobierno intentó, por ahora sin éxito, hacerse de la información respecto a quiénes son los usuarios del Programa. En palabras de Pablo Olivares, ministro de Economía, "al día de hoy no sabemos si es utilizada por un narcotraficante, un prófugo o alguien que reside en otra provincia". Allí radica un problema que desde la gestión apuntan a resolver en las próximas semanas: acceder a los datos de ingresos que permitan hacer una correcta estratificación para destinar el subsidio a las personas que realmente lo necesitan.
Para el resto de los usuarios, los sectores más acomodados, el Gobierno quiere dejar de aportar subsidios y busca que sea a partir del propio acuerdo entre el agente financiero (Banco Santa Fe) y los comercios. Que sean ellos quienes establezcan los beneficios que permitirá ampliar el Programa y mejorar el rendimiento del reintegro. "El agente y los privados deberán acordar cómo expandir los beneficios, en tanto que la provincia, una vez que tenga los datos y con grado analítico de los usuarios, pueda determinar cuáles están en sectores socialmente prioritarios para poder adecuar sus políticas de ingresos orientadas a esos sectores", explicó Olivares en conferencia de prensa.
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