Los sospechosos fueron capturados durante un allanamiento que se realizó en el barrio Godoy, en el oeste de la ciudad, lejos de donde ocurrió el homicidio del menor.
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Este lunes por la noche, la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal y la Unidad Regional II de Santa Fe lograron detener a tres personas que estarían vinculadas con el crimen de Máximo Jerez, el niño de 12 años que fue asesinado a balazos el domingo por la madrugada en Rosario, hecho en el que también estaría involucrado Cristian Carlos Villazón, alias “El Salteño”, un hombre preso por homicidio al que acusan de ser el capo narco del barrio “Los Pumitas”.
De acuerdo con lo que precisaron a Infobae fuentes de la investigación, las detenciones se dieron durante un allanamiento ordenado por el fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta y que se llevó adelante en un domicilio de Campodónico, en el barrio Godoy, en la zona oeste de la ciudad, lejos del lugar donde fue el homicidio del menor, donde se detuvo a dos sospechosos, de 22 y 30 años, y a su madre, de 50. En el lugar, además, los efectivos de seguridad secuestraron 10 dosis de cocaína.
En la puerta de la casa de los sospechosos se secuestró también un Toyota Corolla negro con vidrios polarizados que podría ser el que fue utilizado para el ataque que tuvo lugar en Cabal al 1300 bis, en el asentamiento “Los Pumitas”. También se incautaron tres teléfonos que serán enviados a peritar.
Por el momento, los investigadores policiales señalaron a Infobae que aún no fueron identificados los autores de los disparos. Y agregaron que los sospechosos que cayeron en barrio Godoy este lunes podrían servir para avanzar en la causa que, según el fiscal Spelta, tiene como principal hipótesis la de una pelea entre dos bandas narco que se disputan a tiros la venta de droga en la zona noroeste.
De acuerdo a una de las líneas investigativas que cobró fuerza en las últimas horas, los disparos efectuados el domingo por la madrugada estaban dirigidos a un búnker de la presunta organización “Los Salteños” que dirige desde prisión Cristian Carlos Villazón, un recluso que está condenado desde septiembre pasado a la pena de 15 años de cárcel como coautor de un triple crimen de una familia en Empalme Graneros.
Máximo Jerez murió durante la madrugada del domingo en la zona noroeste de Rosario. Tenía 12 años. Estaba en la vereda de una vivienda, junto a otros niños, algunos de su misma edad, otros un poco más grandes, cuando un hombre comenzó a disparar hacia ese grupo de personas. El menor y sus compañeritos se encontraban en el barrio Los Pumitas y habían salido de su casa para comprar algo en el kiosco que acompañara el tereré fresco que tomaría después de las porciones de pizza casera que había cenado.
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Los otros tres chicos que sobrevivieron al ataque tienen 2, 13 y 14 años que tenían una relación de amistad y parentesco con la víctima y fueron trasladados al Hospital del Niño de Zona Norte, donde se recuperaban. De acuerdo con la investigación en curso, los agresores buscaban en realidad matar a una mujer ligada a la banda de “Los Salteños”, liderada por Cristian Carlos Villazón, un narco condenado a 15 años de prisión por un triple crimen de una familia.
Por la tarde, vecinos y amigos de la familia de la pequeña víctima atacaron la casa de un dealer ligado a ese hombre. La gente, furiosa, destrozó ese kiosco de drogas y luego se trasladó a otra propiedad, sindicada como búnker narco, a la que incendiaron. La Policía de Santa Fe llegó al supuesto búnker luego de 10 minutos de incidentes e intentó controlar la situación con personal del Grupo de Infantería de Respuesta Inmediata (G.I.R.I). Los efectivos se apostaron en ese lugar y rescataron al presunto narco que estaba allí, en medio de un importante operativo.
Por su parte, los habitantes de la zona se llevaron todo lo que había dentro de ese inmueble, lo que quedó registrado por las cámaras de televisión que estaban cubriendo los disturbios, por lo que las imágenes del saqueo circularon por todos los canales. Luego, los vecinos comenzaron a destrozar las instalaciones e incluso hallaron una bolsa con proyectiles calibre .38 que le llevaron a un periodista de TN y después fue entregada en vivo al jefe del operativo policial que estaba en el lugar, pero no intercedió ante los destrozos.
En diálogo con Radio Con Vos, una de sus tías, Antonia Jerez, que colabora en un comedor barrial, recordó el momento del ataque contra los menores: “Estaba haciendo una torta de cumpleaños para mi nieta, escucho los disparos, salgo, mi hermana estaba gritando, diciendo que mi sobrino y los otros chicos que salían de su casa estaban heridos”.
Infoabe.
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