Con la detención de dos dirigentes del club sabalero y varios integrantes de la barra "Los de Siempre", liderada por Kike y Nano Leiva, la Fiscalía expuso una serie de negocios que se realizan en torno al estadio Brigadier López.

La audiencia de imputación contra los dirigentes de Colón y los barras no solo reveló el contacto fluido que tuvo parte de la dirigencia actual de la entidad deportiva con la facción Los de Siempre, sino que también expuso la existencia de negocios clandestinos que rodean a las inmediaciones del estadio Brigadier López durante los partidos.

Reventa de entradas, provisión de indumentaria deportiva oficial para vender y un sueldo mensual para el líder de la barra, fueron algunas de las pistas que echaron a la luz los fiscales Laura Urquiza y Federico Grimberg que investigan la situación desde por lo menos octubre del 2021.

Durante la audiencia realizada en tribunales, se detalló que los dirigentes Horacio Darrás, vicepresidente tercero, y Lucas Paniagua, vocal, colaboraron con la formación y el sostenimiento de la barra. De hecho, aseguraron que Paniagua era quien mantenía comunicación y trato directo permanente con los líderes de Los de Siempre y también la otra facción llamada "La Negrada", cuyo líder es el prófugo "Chucky" Ríos. “La relación era conocida y aprobada por Darrás”, precisaron.

De la imputación surgió además que, el jefe de Los de Siempre, Orlando "Nano" Leiva, recibió entre octubre del año pasado y hasta su detención una suma mensual, tipo sueldo, que habría rondado los 150 mil pesos. En este sentido, se ventiló que los dirigentes habrían entregado indumentaria oficial del club a Leiva, para que este repartiera y vendiera a través del grupo Marketplace de Facebook, en donde se ofrecía esta indumentaria oficial del club, a muy bajo precio.

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En cuanto al control del estacionamiento, se estableció que durante los días de partido, la barra realizó amenazas e intimidaciones y cobró un canon para que los puesteros de choripanes pudieran trabajar en las inmediaciones del "Cementerio de los Elefantes".

La Fiscalía también apunta a los disturbios ocasionados en un partido contra Banfield, en el que parte de la barra quedó fuera del estadio debido al aforo limitado por la pandemia de coronavirus, la ocupación del hotel Club de Campo, en el predio “4 de Junio”, y el “apriete” de unos 40 barras al plantel, ocurrido en el mismo predio el pasado 20 de septiembre.

Sobre este último episodio, se determinó que el hermano de "Nano" Leiva, "Quique" (quien purga una condena en la cárcel de Coronda) llamó por teléfono a Paniagua para advertirle que si los jugadores indicaban a quienes los apretaron en el predio, iban a tirar bombas para que Colón no pueda jugar más de local. Dicho mensaje, según estableció la investigación, fue transmitido por Paniagua a Darrás, y este se lo comunicó al manager para que pase el mensaje a los jugadores.

El caso volverá a tener un nuevo capítulo este próximo viernes en tribunales, cuando los fiscales pidan la prisión preventiva tanto para dirigentes y barrabravas en dos audiencias que tienen previsto realizarse en horas de la mañana.

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