Los cazadores compartieron las fotos en sus redes sociales con cientos de animales muertos que están protegidos por ley. Es el segundo hecho en dos meses.
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Organizaciones ambientalistas de la región denunciaron que, nuevamente, turistas cazaron especies prohibidas en la provincia de Santa Fe. En este caso se trató de estadounidenses que mataron cuantiosos especímenes de Pato de Collar y Pato Cutirí, protegidos por ley y cuya caza está prohibida por la Resolución 129/24. Se trata del segundo hecho de este tipo registrado en menos de dos meses, ya que a principios de junio dos turistas franceses fueron demorados con casi un centenar de patos en la localidad de Golondrinas, al norte de la provincia.
El nuevo hecho ocurrió en un campo de la localidad de San Javier, y la caza estuvo organizada por el coto MGW Outfitters. Los participantes compartieron las fotos con los animales muertos en sus redes sociales, incluso formando las siglas del coto con los cuerpos de los especímenes cazados.
El hecho tomó notoriedad pública al ser compartido por el Centro para el Estudio y Defensa de las Aves Silvestres (Ceydas), una ONG de Entre Ríos que recibió la información por parte de un guardafauna santafesino.
Cabe recordar que Santa Fe tiene permitida la caza sólo de tres especies: Pato Crestón, Pato Sirirí Común, y Pato Sirirí Pampa. La Ley Nacional 22.421, también conocida como Ley de Fauna, le da la potestad a cada provincia de determinar en un período la caza de algunas especies, previo a estudios de las poblaciones para conocer cuáles están en peligro. Desde el Ceydas denuncian que los estudios en los que se basan tanto Santa Fe como Entre Ríos para habilitar la caza fueron "solicitados y pagados" por la Cámara Argentina de Turismo Cinegético y Conservacionismo, que nuclea a los cotos de caza.
Especies clave para el ecosistema
"La responsabilidad no es solo del coto, que esta cazando ilegalmente. La gran responsabilidad cae en el gobierno de la provincia de Santa Fe, que autoriza algo que de antemano sabe que no tiene la capacidad para controlar. Los cotos de caza traen cazadores extranjeros que pagan entre 3.000 y 4.000 dólares una excursión para matar patos, entonces se van a exceder. Los gobiernos no tienen la capacidad para controlar, no tienen vehículos, no tienen personal", criticó Gabriel Bonomi, de la ONG Ceydas, en diálogo con UNO Santa Fe.
Sobre porqué los turistas viajan tantos kilómetros para realizar este tipo de actividades, Bonomi expresó que "en la mayoría de los países de origen está prohibido o está muy restringido, y en nuestras provincias de Entre Ríos y Santa Fe se les abre la puerta para que vengan a matar".
"Es un negocio que realmente debería estar prohibido, le deja muy poco a las arcas del Estado, y tampoco produce un derrame económico importante en la sociedad porque básicamente son muy pocas personas las que se encargan del coto", explicó.
Bonomi enfatizó que las aves cazadas no son plagas, no son exóticas, ni tampoco abundantes. De hecho subrayó que se trata de especies "muy importantes para el ecosistema" por su carácter migratorio.
"Al ser migratorias, la importancia ecológica se potencia porque en sus plumas, en sus picos y en sus patas llevan a lo largo de toda su ruta migratoria huevos de peces y semillas de plantas acuáticas y las dispersan. A veces algunas especies viajan hasta 2.000 kilómetros. Nuestras especies, las de Entre Ríos y las de Santa Fe, viajan hasta el centro de Brasil, hasta Bolivia, hasta la costa atlántica en Uruguay, hasta la Patagonia Argentina. Son muy importantes en este sentido y que se permita la matanza por parte de los gobiernos es atentar contra el patrimonio natural y cultural de los santafesinos", sentenció.
Desde la ONG no descartan realizar una denuncia penal, en conjunto con otras organizaciones locales.
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