“No tenemos garantías para seguir cubriendo esta localidad”: otro ataque a los bomberos de San Gregorio
Una unidad fue apedreada mientras regresaban de un incendio. La jefa del cuartel, Pamela Cases, denunció la falta de respaldo institucional y el temor de los vecinos a denunciar.
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El Cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Gregorio volvió a ser víctima de un ataque durante una salida de servicio. Esta vez ocurrió el viernes por la noche, mientras regresaban de asistir a un incendio en Diego de Alvear. El móvil recibió dos violentos impactos de piedra, uno sobre el techo y otro muy cerca del vidrio del conductor.
Piedras que pudieron ser tragedia
“No fue una piedrita. Fueron dos golpes contundentes: uno sobre el techo y otro sobre la puerta lateral trasera del lado del conductor, a pocos centímetros del vidrio”, relató Pamela Cases, Oficial Ayudante y Jefa del cuartel.
Según describió, el ataque se produjo a metros de un patrullero: “Al sentir los impactos, notificamos a la base y se nos ordenó ir directamente a la comisaría para hacer la denuncia”. El hecho quedó registrado formalmente, pero no es la primera vez.
Repetidos ataques y silencio oficial
“La realidad es que no es la primera ni la segunda vez que sufrimos una situación así. Lo único que coincide, y no sabemos si es casualidad o no, es que siempre ocurre un viernes por la tarde o noche”, señaló Cases, visiblemente molesta.
Pero lo que más le duele no son los daños materiales, sino el silencio. “En ninguna de las dos ocasiones que repudiamos públicamente lo sucedido recibimos una palabra del intendente. Eso también duele. Porque no tenemos garantías para seguir cubriendo esta localidad, y tampoco las tienen los vecinos. Muchos tienen miedo de denunciar y quedar expuestos”, remarcó.
Hay fiscal, pero no hay garantías
Más allá de la desprotección, desde el cuartel aseguraron que la investigación está en marcha. “Hay un fiscal trabajando y nosotros, desde la comisión directiva, seguimos haciendo lo necesario para dar con los responsables”, agregó la jefa del cuartel.
El ataque reabre un debate necesario: ¿en qué condiciones trabajan los bomberos voluntarios en pueblos pequeños? ¿Quién se hace cargo de garantizar su seguridad cuando salen a ayudar?
En San Gregorio, la vocación de servicio choca contra una realidad inquietante: los bomberos están solos, y los ataques se repiten sin consecuencias claras para nadie.
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