Durante el fin de semana, la localidad de Josefina, específicamente los residentes del Bº Acapulco, vivieron momentos de total convulsión después de la trágica muerte de un individuo de 23 años, aparentemente por electrocución. La noticia desencadenó una serie de eventos tumultuosos.
Familiares y amigos de la víctima, al llegar al lugar, prendieron fuego a la camioneta del propietario de la vivienda y atacaron a los agentes presentes. La multitud que se congregó en el domicilio requirió la intervención policial para custodiar al propietario. Incluso durante su retiro del lugar, se escucharon detonaciones de armas de fuego, sumando más caos a la situación.
Las primeras versiones sugieren que el fallecido podría haber ingresado a la vivienda con intenciones de robo, sufriendo una descarga eléctrica que, aparentemente, provocó su muerte instantánea.
Ante esta tragedia, familiares y amigos decidieron tomar la justicia por sus propias manos, incendiando la camioneta del dueño de la casa y amenazando con hacer lo mismo con la propiedad. Además, apedrearon un patrullero.
En la tarde del sábado, el sector permanecía cercado a la espera de la llegada de efectivos de la Fuerza de Choque del Grupo de Operación Táctica de Sunchales y de otras dependencias. Su misión era trasladar al propietario a un lugar seguro, ya que la multitud exterior buscaba lincharlo.
Según la versión oficial de la oficina de Relaciones de la U.R. V, el dueño de la vivienda, al encontrarse con el cuerpo sin vida del sujeto, informó a la policía local. Los uniformados, al llegar al lugar, constataron la situación y solicitaron la intervención de personal especializado.
La respuesta de la comunidad, marcada por insultos y amenazas hacia los agentes y el propietario, llevó a una escalada de violencia. Bomberos Voluntarios de Frontera tuvieron que intervenir para trasladar el cuerpo del joven fallecido.
El personal policial, enfrentando la hostilidad de los vecinos, desplegó un operativo para custodiar la vivienda y prevenir posibles actos delictivos adicionales. La situación se mantuvo tensa, con agresiones verbales y físicas hacia los agentes, incluyendo detonaciones de armas de fuego por parte de la multitud exaltada.
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