Se vivieron momentos de tensión dentro de la sala del TOC 1 de Dolores luego de que uno de los amigos de Báez Sosa en varios tramos de su declaración volteó su cabeza y se quedó por minutos mirando al grupo de rugbiers que estaban con sus barbijos.
El hecho ocurrió cuando el abogado le pidió si podía reconocer a uno de los agresores y la presidenta del Tribunal se lo impidió. “¿Quiere que me de vuelta?”, había dicho el joven predispuesto a hacerlo.
“¿Quiere que me de vuelta?”, fue la pregunta que el joven Thomas D´Alessandro le hizo al abogado Fernando Burlando si entre el grupo de los rugbiers a donde él antes había dirigido su mirada podía reconocer al acusado Lucas Pertossi, a quien el testigo lo había mencionado previamente como agresor.
Thomas D´Alessandro estuvo cerca de Fernando Báez Sosa cuando los rugbiers lo atacaron, lo tiraron al piso y le pegaron tanto hasta matarlo. Él al declarar en el juicio por el crimen dijo que Lucas Pertossi había sido uno de los agresores de toda esa situación.
Cuando el joven testigo se paró a señalar su ubicación en la pantalla de televisión donde se exhiben videos del lugar y de aquella noche, el testigo volteó su mirada, y con bronca, se les quedó mirando por segundos. Lo hizo en dos ocasiones y fue evidente en toda la sala que se generó un silencio rotundo.
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A tal punto que el abogado querellante Fernando Burlando notó esa situación y le consultó si a quien él había nombrado como agresor, Lucas Pertossi, podía reconocerlo en la sala.
“¿Quiere que me de vuelta?”, reaccionó el joven, a lo que rápidamente intervino la presidenta del Tribunal 1 de Dolores, Claudia Castillo, para impedirlo porque infringía una norma del Código Procesal.
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