Hallaron un cuerpo flotando en el río Paraná en Entre Ríos
Un pescador dio aviso tras hallar un cuerpo flotando en el río Paraná, en la costa de Bajada Grande. La víctima presentaba múltiples puñaladas en el pecho; la Policía trabaja para identificarlo y determinar lo ocurrido.
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Un vecino que se encontraba en una zona de pesca detectó este martes el cuerpo de un hombre flotando en las aguas del Río Paraná, a la altura de la costa de Bajada Grande, en la provincia de Entre Ríos.
Según las primeras pericias, la víctima —un hombre de entre 30 y 40 años— presentaba múltiples puñaladas en el pecho, lo que descartó la hipótesis de un accidente. La investigación quedó en manos de la justicia provincial.
Hallazgo y contexto del lugar
El hallazgo se produjo sobre el Camino Costero de Bajada Grande, en una zona que suele ser utilizada por pescadores. Un vecino que había ido a buscar carnada divisó el cuerpo y dio aviso a las autoridades.

Personal policial y de la Prefectura Naval se presentó en el lugar, constatando que el cadáver presentaba heridas compatibles con múltiples puñaladas en el tórax, lo que llevó a los investigadores a considerar el hecho como un homicidio.
Si bien en este momento no se ha informado la identidad de la víctima, se estima que se trata de un hombre adulto de entre 30 y 40 años. Las autoridades tampoco confirmaron si vivía en situación de calle o si había denunciado su desaparición.
Las primeras hipótesis apuntan a un ataque violento ocurrido en tierra firme, aunque la Justicia ya evalúa un conjunto de medidas para analizar cómo y cuándo fueron ocasionadas las heridas. Esto incluirá la reconstrucción criminalística de la escena y el rastreo de posibles testigos.

Investigación y principales líneas de trabajo
La fiscalía a cargo del caso ordenó un relevamiento de la zona, que incluye rastrillajes, toma de testimonios de personas que frecuenten el lugar en horarios cercanos al hallazgo y un minucioso análisis de cámaras de seguridad (cuando existan).
En paralelo, la División de Criminalística trabaja sobre el cuerpo y el entorno para determinar si la víctima fue herida en ese sitio o trasladada desde otro lugar.
Por ahora, los investigadores intentan determinar si la muerte fue consecuencia directa de las puñaladas o si el cuerpo fue arrojado al río tras el crimen.
La corriente del Paraná y el estado del cadáver obligan a avanzar con cautela en los peritajes forenses —incluyendo autopsia, análisis de rastros, toma de huellas, así como la revisión de denuncias por desaparición o de personas con pedido de paradero.
Este hecho marca otro episodio de violencia extrema cuyo final aparece en las márgenes del Paraná. En los últimos meses hubo otros hallazgos de cuerpos en distintas zonas del río —algunos con señales de violencia, otros con heridas graves — lo que relevó la necesidad de redoblar los controles territoriales y reforzar los protocolos de búsqueda cuando se denuncia una desaparición.
Las fuentes consultadas advierten que, en muchos casos, las víctimas pertenecen a sectores vulnerables (personas en situación de calle, con escaso arraigo social), lo que complica no solo su identificación sino también la recolección de información útil para esclarecer el caso.
Mientras avanza la investigación, desde la Justicia piden colaboración ciudadana para aportar datos que permitan reconstruir movimientos recientes de personas en situación de vulnerabilidad en la zona de Bajada Grande y alrededores. Cualquier información, por más mínima que parezca, podría ser clave para dar con los responsables de este crimen.
El Litoral

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