Del informe de peritos se intenta dilucidar si la detonación fue causada por un error humano o algún factor externo al trabajador. Ya existiría un indicio.
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Se espera que se conozcan los resultados de los peritajes realizados en la fábrica “Fulminantes José Imaz”, ubicada en calle General Paz al 791 de Miramar, donde el jueves se produjo una explosión que dejó como saldo un trabajador muerto, otro herido –su estado no sería grave-, y destrozos tanto en el interior del lugar como en cien metros a la redonda a través de la onda expansiva, dañándose algunos inmuebles.
Son claves para saber qué ocurrió exactamente en el sector donde funciona un secadero de pólvora perteneciente al polvorín. En ese lugar trabajaron peritos de la División de Policía Científica, la Brigada de Explosivos y una división especializada de Física Mecánica, entre otros especialistas, según mencionaron desde la fiscalía que lleva adelante la investigación.
La víctima fatal fue identificada como Marcelo Adrián Druetta (42), quien trabajaba como operario de hornos para fulminantes. Aparentemente, tanto él como el otro trabajador que resultó herido se encontraban manipulando estos artefactos industriales.
Hipótesis
La causa por el momento no cuenta con personas imputadas. Lo que se intenta establecer es si se trató de una imprudencia o la detonación provino de algún factor externo. El Periódico pudo averiguar de manera extraoficial que ya habría algunos primeros datos que se inclinarían por la primera opción, aunque no se ha fundamentado al respecto.
Por otra parte, no trascendió cuáles eran las medidas de protección del operario fallecido, ni tampoco si los hornos eran chequeados frecuentemente a través de tareas de mantenimiento.
La fábrica, cabe destacar, es propiedad del intendente de Miramar, Adrián Walker.
Fuente: El Periódico.
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