Todo el año trabajaron los chicos y los padres para que puedan tener su fiesta de graduación. Lamentablemente no pudieron disfrutarla porque el prestador del servicio gastronómico "se mandó a mudar" y los dejó sin comida. Tuvo que intervenir la policía.

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Las discusiones y agresiones entre padres, alumnos e invitados se habrían originado en el incumplimiento del servicio gastronómico. La gresca obligó a la intervención policial y de servicios médicos de emergencia.

La fiesta de egresados de la Escuela Normal de Esperanza se desarrolló anoche en el predio del CICAE. Luego de unas horas de espera, la cena principal no llegó y fue el detonante para que los anfitriones exijan respuestas al servicio gastronómico contratado que sería oriundo de la ciudad de Santa Fe.

Las respuestas que esperaban al parecer no llegaron ofuscando a los presentes. Ya en la madrugada lo único que se había servido era una bandeja de fiambres.

Los reclamos subieron de temperatura y todo terminó en peleas, exigencias y soluciones que nunca llegaron. Los reproches y las peleas entre padres, alumnos e invitados provocaron que algunos sufrieran heridas por lo que debió intervenir un servicio de emergencias médicas convocado en la madrugada en el predio ferial.

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Alrededor de las 3 de la mañana intervino la policía que ya había sido convocada por los disturbios y dispuso suspender la reunión social teniendo en cuenta que no había respuestas ni representantes responsables del servicio gastronómico en el lugar.

La tarjeta tuvo un costo de $7.000 y en el salon había al menos 1000 personas.

El dueño del servicio gastronómico intentó escapar del lugar, pero efectivos policiales logaron atraparlo cuando huía.

Con información de EsperanzaDíaxDía