Doble femicidio en Córdoba: un perito forense calificó a Pablo Laurta como “un psicópata totalmente imputable”

El perito forense y psicólogo Alejandro Farji analizó el perfil criminal de Pablo Rodríguez Laurta, acusado por el doble femicidio de su expareja Luna Giardina y su exsuegra Mariel Zamudio en Córdoba. Durante una entrevista con LN+, el especialista afirmó que el detenido “no es un neurótico, es un psicópata totalmente imputable”.

“La característica de la psicopatía es que no hay conciencia a enfermedad. Si no hay conciencia a enfermedad, no hay sentimiento de culpa, y si no hay sentimiento de culpa, no hay necesidad de castigo”, explicó Farji.

El experto destacó que Laurta presenta una estructura de personalidad consolidada desde la infancia, difícil de modificar en la adultez. “Esta estructura se forma hasta los cinco años de edad. Después de eso es muy difícil que cambie”, señaló, y añadió que la ausencia de una figura paterna podría haber influido en la construcción de su comportamiento.

“Lo importante es si este sujeto tuvo padre o no, porque la función del padre es introducir la ley y diferenciar lo permitido de lo prohibido”, precisó.

Farji también analizó la conducta del acusado tras el crimen: “Fíjense que él va caminando contento después de haber cometido tres crímenes y juega con el nene en la puerta, como si el resto no le importara. No tiene remordimiento, es un psicópata y los psicópatas no tienen culpa”.

El perito sostuvo que Laurta buscó recrear una relación filial con su hijo, a quien secuestró luego de los asesinatos. “El objetivo inconsciente es apropiarse del hijo, ser el padre que no tuvo. El chico es el representante de él y él es lo que le faltó”, interpretó.

En otro tramo de la entrevista, Farji sugirió que el acusado podría intentar simular una patología mental para evitar una condena: “A lo mejor, el abogado penalista le dice ‘hacete el loco para ser inimputable’. Pero él no es un enfermo mental, es un psicópata con su propia ley y su propia justicia”.

El especialista concluyó que el doble femicida “nunca va a sentir culpa”, ya que su estructura psicológica “está consolidada, cristalizada como una reacción química”.