Los padres fueron imputados por lesiones graves y abandono de persona, ambos delitos agravados por el vínculo. Los dos hijos de la pareja fueron institucionalizados y alojados juntos en un hogar de tránsito.
Este viernes se llevó a cabo en la ciudad de Reconquista la audiencia imputativa y de prisión preventiva para la pareja detenida por golpear brutalmente y quebrarle el brazo a su bebé de 4 meses. El caso salió a la luz cuando un médico del Hospital Regional revisó al menor por un gran hematoma, y luego de algunos estudios se confirmó que tenía fracturado el húmero y otras lesiones similares previas.
La imputación se concretó ante la jueza Norma Noemí Senn, y el fiscal Aldo Gerosa les endilgó a ambos -dos jóvenes que rondan los 20 años de edad- los delitos de lesiones graves agravadas por el vínculo en concurso real, con abandono de persona incapaz de valerse y a la que debían cuidar, también agravado por el vínculo.
Luego, la magistrada determinó que la pareja quede libre durante el proceso, por considerar que no existe peligro de entorpecimiento probatorio. El padre del menor deberá vivir en la casa de sus padres y cumplir con ciertas condiciones como no consumir estupefacientes o alcohol, presentarse cada 15 días en la comisaría de la zona a registrar su firma, y no puede acercarse a los testigos de la causa.
Sobre la madre pesan las mismas condiciones para quedar en libertad, pero en este caso se determinó que, debido a su situación de vulnerabilidad, debe quedar a la guarda de la Secretaría de Género de la Municipalidad de Reconquista, que deberá alojarla y brindarle tratamiento médico. Los dos hijos de la padre -el bebé de 4 meses y un niño de poco más de un año- fueron institucionalizados y alojados en un hogar de tránsito.
El caso de maltrato infantil en Reconquista
El caso salió a la luz cuando la abuela materna le insistió a la madre del niño con que lo llevara a un médico, ya que el bebé tenía un hematoma muy grande en su brazo. En el hospital, la mujer dijo que a su hijo lo había picado una araña, pero los profesionales de la salud sospecharon que se trataba de una fractura, y lo sometieron a una serie de estudios que arrojaron que el chico tenía quebrado el húmero.
Al confirmar las lesiones, las autoridades del hospital de Reconquista dan cuenta de la situación a la Secretaría de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia, quienes elevaron la denuncia correspondiente, retiraron el niño y asignaron su cuidado a otras personas del grupo familiar ampliado.
El fiscal del Ministerio Público de la ciudad de Reconquista, Aldo Gerosa, calificó el hecho como "impactante" no solo por la edad del pequeño, sino porque al momento de ser revisado por los médicos, presentaba lesiones de larga. "En cuatro meses y 15 días de vida, es prácticamente desde el nacimiento que había recibido un trato violento, hostil e inadecuado", mencionó.
La pareja tiene otro hijo, de poco más de un año, que no tenía signos de lesiones físicas. Los padres le endilgaron que se tiraba arriba del bebé y lo lastimaba causándole lesiones, algo que quedó desestimado. "Los testigos hablan de que el chiquito lloraba constantemente", agregó Gerosa.
En el historial clínico del bebé se comprobó que no recibía la atención médica correspondiente, como así tampoco la madre acudió a los controles posparto. Esta había sido la primera vez que el niño ingresaba al hospital, desde su nacimiento el 24 de junio de 2022. "Ni siquiera un analgésico recibía", lamentó Gerosa.
Al ser cuestionada por los médicos en aquella consulta del mes de noviembre, la madre dijo que no había realizado el debido control por "temor a que su padre la eche de la casa, por haberse quedado embarazada nuevamente". Según indicó, durante el embarazo planeaba darlo en adopción, pero cuando nació el niño se arrepintió.
Si bien aún no se pudo precisar la fecha exacta en que los padres comenzaron a ejercer violencia contra el menor, el fiscal afirmó que existen evidencias que el niño ya contaba con varias lesiones de larga data.
Además, confirmó que en las imágenes de tomografía computada se puede ver fácilmente que de un lado de la parrilla costal tiene cinco fracturas dobles, es decir, está quebrado el hueso en dos partes. "Son 10 puntos de fractura que se calcificaron solos y, del otro lado, dos. No hablo de una lesión y no hablo de un solo de un solo evento, sino que acá tenemos la apertura del húmero, del radio, doce puntos en las distintas costillas, más el cefalohematoma", añadió Gerosa.
Por último, el funcionario valoró el trabajo de los profesionales del hospital y de la Secretaria de Niñez en este caso: "Si cualquiera de los dos se dormía, no sé qué hubiera pasado. Actuó bien el hospital, actuó bien la otra autoridad, se formaron las denuncias que a nosotros nos dieron el tiempo para trabajar con más tranquilidad en la búsqueda de datos en el entorno de las dos familias".
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