Lo afirmó Nicolás Lungo, integrante de la comisión directiva de la Sociedad Rural de Rafaela. Un análisis de la situación.

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La fuerte sequía hace ya más de medio año que afecta a gran parte del área agropecuaria argentina, generando no solamente un impacto productivo sino también ambiental. En las últimas semana se supo que desaparecieron algunas lagunas en nuestra provincia de Santa Fe.

La falta de lluvias ha llevado a vivir una crisis hídrica pocas veces vista. Así lo aseguró a este medio Nicolás Lungo, integrante de la comisión directiva de la SRR. “Uno no logra tomar dimensión del impacto que va a tener esto”, comenzó diciendo.

Hay que remitirse “a la década del '60 para encontrar una situación climática o hídrica similar a esta. Hemos pasado el año pasado una faltante importante de agua que lo pudimos recuperar con lluvias que arrancaron de mitad de enero en adelante. Hoy la faltante es muy grande y las perspectivas en el corto plazo (de 20 a 30 días) no son para nada alentadoras”, contó.

En su experiencia personal, “la siembra de fina en trigo se arrancó en julio del año pasado sembrando entre un 25 y 30% de lo que se venía planificando porque no había humedad. La pérdida en trigo fue realmente grande, ahí ya tenemos un impacto financiero importante. Lo siguió, porque ya está perdido, lo que es el maíz de primera. En la zona se había sembrado bastante y hoy se está picando aceptando que está perdido. Ponerle números a eso, hoy es apresurado”.

Esta crisis, para los campos, va a tener impacto a futuro en los próximos meses. “Muchos están picando maíz de primera, está rindiendo un 15% de lo que rendía el año pasado y la calidad es realmente mala. Para aquellos que tienen ganadería, lo transforman en alimento, pero es de muy mala calidad y la conversión en litros de leche es muy mala”, analizó Lungo.

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Al mismo tiempo, explicó que cuando la sequía afecta a una zona chica del país, se puede traer alimento de otras zonas como Córdoba o Rosario. Sin embargo, en este caso, la sequía alcanza a todo el país y hay zonas que están mucho peor que Santa Fe.

Por todo ello, alarma “el panorama de cara a la confección de las reservas y almacenaje de comida que se necesita en invierno. Es preocupante el impacto, por lo menos por la falta de comida que vamos a tener”.

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