Un reciente reporte de Rosgan indica que la demanda local sigue poniendo techo a la suba de los valores en el sector. Si bien el ternerno repuntó, sigue retrasado en términos reales. Los feedlots pierden más de $80.000 por cabeza. El precio del novillo sigue en baja, pese a una disminución de la oferta.
Un reciente reporte de Rosgan, el mercado ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario, indicó que el precio del ternero mostró una leve mejora nominal del 3,3% en septiembre, situándose en $2.561,26. Sin embargo, cuando ese valor se ajusta por inflación, se observa un retraso importante en comparación con años anteriores.
Para los productores, esta realidad se ha vuelto un obstáculo difícil de sortear. Los feedlots, que se dedican al engorde de animales, han registrado pérdidas considerables. Actualmente, la pérdida promedio por animal terminado asciende a $80.472. En términos de producción, esto significa que los productores pierden el equivalente a 41 kilos de novillo por cada animal que engordan, una cifra que ha venido en aumento, pasando de 14 kilos en agosto de 2023 a 21 kilos el mes pasado. Estas pérdidas reflejan una situación insostenible a mediano plazo si no se toman medidas que alivien la presión económica sobre el sector.
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Otro punto crítico que señala el informe es la caída en el precio del novillo. En lo que va de septiembre, su valor en el Mercado Agroganadero ha descendido un 4,6%, situándose en $1.862,39. Aunque la oferta de hacienda para esta categoría ha disminuido en un 14%, el precio no ha seguido esta tendencia, generando una preocupación adicional para los productores, quienes ven cómo sus ingresos se reducen mientras los costos de producción siguen en aumento. El desequilibrio entre oferta y demanda, sumado a la presión inflacionaria, ha puesto un freno a la recuperación de precios en el mercado ganadero.
El informe también destaca una disminución en la participación del productor en el precio final de la carne. En agosto, los ganaderos recibieron un 13,4% menos que en el mes anterior, mientras que los precios de los alimentos en las góndolas continuaron subiendo. Según el Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por la CAME, los productos agroalimentarios en agosto se multiplicaron 3,2 veces desde el campo hasta el destino final. Esta diferencia de precios refleja las dificultades que enfrentan los productores al ver cómo sus ingresos se ven reducidos, mientras que los consumidores pagan cada vez más por los alimentos.
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