Leonardo Alassia, presidente de la Sociedad Rural de Rafaela, reflexionó sobre el balance del 2024 y proyectó un año de desafíos y oportunidades para el sector productivo, con una economía que estaría marcada por la estabilidad.
La Sociedad Rural de Rafaela culminó su 118° ejercicio con la realización de la asamblea anual, donde los socios pudieron conocer detalles del trabajo y los desafíos del último año. En diálogo con RADIO RAFAELA, Leonardo Alassia, presidente de la institución, destacó que, aunque el año comenzó con mucha incertidumbre, se perciben señales positivas en los últimos meses.
“Cerramos el año con la asamblea anual. Nuestro año calendario empieza el 1 de noviembre y termina el 31 de octubre. Por cuestiones burocráticas, realizamos esta asamblea 40 a 45 días después para presentar a los socios lo que se desarrolló durante todo este último año”, explicó Alassia. En cuanto al balance, indicó que el primer trimestre estuvo marcado por muchas dudas y temores, pero que en los últimos 45 a 60 días se vislumbra un rumbo, aunque aún algo incierto. “Mucha gente y muchos sectores están empezando a adaptarse y entender”, agregó.
Trazando el camino
El presidente reconoció que el año fue un proceso de aprendizaje. “Acostumbrados a otros tiempos, la campaña era una cosa y durante la función era otra. Sin embargo, una de las banderas de campaña que tuvo este gobierno era la baja de la inflación y, hasta el momento, se dio”, destacó. No obstante, Alassia señaló que, aunque se lograron avances, las deudas de la Nación siguen siendo mayores que los logros.
Más allá de lo que aún falta por hacer, el dirigente subrayó el regreso del crédito a los sectores productivos, tanto agrícola como industrial, una herramienta clave que hacía tiempo no estaba disponible. “Pero en una economía de libre empresa, hay que tener mucho cuidado al momento de tomar el crédito, uno tiene que ser eficiente porque si no las cosas se tornan inviables”, reflexionó.
En cuanto al impacto de las políticas en nuestra provincia, destacó las medidas positivas para el sector tambero y ganadero, aunque reconoció que los productores agrícolas (quienes cultivan soja, maíz y trigo) aún no han recibido los beneficios esperados. “Eso es lo que muchos están reclamando”, expresó Alassia.
Proyección 2025
Pensando en el futuro, Alassia se mostró cauteloso pero esperanzado. “El campo es una industria cielo abierto, el clima es lo que nos permite hacer una cosa u otra”, afirmó. En ese sentido, el clima será un factor crucial para el próximo año, y el primer trimestre podría ser de espera. Sin embargo, anticipó que, a partir de la cosecha de los cultivos gruesos, como la soja y el maíz, se podría ver un aumento en las inversiones. “Cuando se empieza a levantar la soja, los primeros maíces, es cuando veremos si realmente se concreta ese ‘boom’ de inversiones”, sostuvo.
El presidente también recordó que los últimos tres o cuatro años fueron difíciles para el sector agrícola, principalmente por la sequía, aunque recientemente hubo lluvias intensas en algunas localidades. “Veníamos de una seca terrible y hubo localidades que recibieron casi 300 mm. La inundación no se dio porque a las 12 horas el agua había escurrido, se había filtrado, pero esos cimbronazos a veces nos hacen frenar y tomar decisiones conservadoras”, explicó.
A pesar de los desafíos, Alassia se mostró optimista con respecto a las proyecciones para el 2025, confiando en que el clima y la estabilidad económica permitirán que el sector siga adelante, aunque con cautela y prudencia en las inversiones en la primera parte del año.
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