Enorme preocupación por falta de pagos en una láctea de la región: "No se puede trabajar si no se puede comer"

En el Día del Trabajador Lácteo, el secretario general de Atilra Rafaela, Domingo Possetto, trazó un crudo panorama sobre la realidad del sector y puso el foco en la situación crítica que atraviesa la empresa Verónica (que tiene una de sus plantas en Lehmann), donde más de 500 empleados esperan cobrar sueldos atrasados.

“Con Verónica, el problema es muy grave. No se puede trabajar si no se puede comer”, expresó en charla con Radio Rafaela.

“Hay empresas que están dentro de las pautas, pero Verónica es una excepción grave”

Al repasar el estado general de la industria en la región, Possetto diferenció entre los distintos casos. “Tenemos cuatro empresas importantes en Rafaela: Williner, Saputo, Verónica y Ramolac. También hay otras más pequeñas como Aurora, Rocalac y una que se dedica a la parte de mantequera”, explicó.

En cuanto a Williner, Saputo y Ramolac, indicó que “estamos dentro de las pautas, trabajando normalmente”. Aunque reconoció que los salarios siguen en proceso de actualización: “Estamos recuperando, entre comillas, los salarios. En agosto se recuperó un 2,8% correspondiente a abril, así que venimos con escalones hacia abajo”.

Pero la situación en Verónica es otra historia: “El problema grave lo tenemos con la empresa de los 500 trabajadores. Es terrible”.

Possetto no dudó en señalar la responsabilidad de quienes hoy conducen la histórica planta. “Los que heredaron la empresa no fueron capaces de administrarla. Esa es la realidad. Siempre aparece la culpabilidad en los trabajadores, pero no es así”, afirmó.

Recordó que desde 2017 no se toman nuevos empleados, lo que refleja un proceso constante de reducción. “La empresa no fue capaz de sostener los tambos, y sin materia prima, no hay fábrica que funcione”.

Hoy, según explicó, la planta trabaja en modalidad fasón, es decir, con leche ajena: “Están usando leche prestada, que otra empresa necesita procesar. Pero eso no es sostenible”.

Possetto denunció que la empresa debe el aguinaldo de junio, el 90% del sueldo de julio y la totalidad del salario de agosto. “Están esperando que la empresa les pague para poder arrancar, pero no tienen con qué vivir. Me dicen: ‘Nosotros ya no trabajamos más’… y tienen razón”.

Desde el gremio, asegura haber intentado canalizar el reclamo: “Tuve reuniones telefónicas con los dueños. Me dijeron que empiecen a trabajar, que después les van a pagar. Pero así no se puede. Primero, páguenles. Después, vemos cómo arrancan”.

En tanto, el líder gremial lamentó la falta de apoyo por parte de las autoridades. “No hay respuesta. Y el gobierno dice: ‘Arréglense como puedan’. No sirve”, cuestionó.

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