El Cadillac descapotable y la asunción presidencial: “Ya no hay tiempo de ponerlo en condiciones”
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El creador del Museo del Automóvil en Buenos Aires, contó detalles del trabajo que se realizó sobre el vehículo y los ajustes que serían necesarios para su utilización.
Luis Spadafora es coleccionista y director del Museo del Automóvil en Buenos Aires, un edificio de cuatro pisos que se inauguró en 1998 y sigue comprometido con la expansión de sus 75 vehículos históricos, además de proporcionar un santuario del rescate de la historia del automovilismo argentino y crear un taller que ha recuperado numerosos autos veteranos y ha restaurado el Cadillac presidencial argentino.
Este último vehículo es una verdadera joya adquirida por Perón, pero que nunca fue utilizado por él. “Es un auto que cuenta la historia argentina desde el año ‘55 hasta de la Rúa, que fue el último que lo usó”, contó Spadafora. "Lo usaron peronistas, radicales, militares, y visitantes ilustres como el Papa", dijo.
"El auto tiene un potencial histórico impresionante, decimos que es una obra de arte dinámica, funcionando. Tuvimos la suerte de restaurarlo porque estuvo mucho tiempo dejado de lado en la Quinta de Olivos, hasta que se hizo una licitación entre varios restauradores. Nosotros hicimos una oferta que no podían desechar, porque era gratis, lo que significa que no le salió un centavo al Estado. Lo hicimos entre varios restauradores y muchas empresas que nos ayudaron con pinturas, una curtiembre nos dio los cueros exactamente iguales a los que tenía el auto”, reconoció.
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Adquirido por Perón
El Cadillac es del año 1955, tipo 62. Esto quiere decir que era "un auto muy lujoso que se usaba más que nada para presidentes, embajadores. Para la época, tenía adelantos como levanta vidrios eléctricos, caja automática en sincronía con el carburador".
"El motor tiene 18 mil kilómetros, y repasamos todo el auto así que pudimos ver las maravillas de la mecánica de aquella época", destacó Spadafora. "Antiguamente, a los autos así se le decía autos de teatro, porque eran para lucirse en cortas trayectorias", dijo. El vehículo "tiene una potencia de 250 caballos y está nuevo, tiene solo 18 mil kilómetros".
Cuando el auto llegó al país, estaba la Revolución Libertadora y Perón no lo pudo usar. En cuanto al costo del vehículo, "me dijeron que encontraron la factura original. Realmente no me acuerdo cuánto era el precio, pero me hicieron el comentario. Yo nunca llegue a ver la factura, pero fuimos armando la historia. Nos dijeron que en Presidencia está archivada la factura del vehículo".
"Una cosa es el valor de un auto, que tal vez se puede conseguir en el mercado americano, pero en Argentina no hay otro igual. Los valores oscilan entre 100 y 120 mil dólares, pero el auto tiene un gran valor histórico", comentó.
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¿Será utilizado por Milei?
"Yo me pongo en contacto con el coronel Walter Rovira, responsable de la Casa Militar que depende de Granaderos y son los custodios del presidente. Es una persona que colaboró con nosotros en el tema de la restauración", comentó. Este contacto se dio antes de conocerse el resultado del balotaje. "Acá no hay grieta y, si hay, le ponemos sellador enseguida. Nosotros tenemos pasión por los autos, no quisimos ni queremos tener cuestiones políticas que, en definitiva, fue lo que abortó el tema del Cadillac", sostuvo.
Cuando Spadafora se contactó con Rovira, le explicó que a los restauradores les gustaría que el próximo presidente lo utilice. El coronel lo trasladaría a sus superiores y, a partir de ahí, se produjo un silencio. “Cuando Milei ganó la presidencia, nos informaron que decidieron que querían utilizarlo”.
Sin embargo, sacar el auto de donde está no es tarea sencilla. "El ingeniero Heriberto Pronello diseñó una escalera con mucha pendiente y muchos descansos. Se construyó una rampa", explicó. Con ello, estaría todo dispuesto para sacar el auto del museo.
Más allá de ello, Spadafaro comentó que hay que considerar que "el auto en este momento tiene perdida de fluido en la rueda izquierda delantera, chorrea liquido de freno. Además, pensamos en colocar un tanque adicional para que la nafta vaya directamente al carburador y no tener problemas de que el auto se pudiera parar".
"Los días pasaron, estábamos preocupados por el mantenimiento, así que me fui a ver el auto a la Casa de Gobierno y también la rampa para ver cómo podíamos hacer. Ahí aparece otro problema, el frente administrativo", relató el entrevistado.
"La directora del Museo empezó a pedirnos cosas imposibles, nos ponía trabas. Agendamos una reunión personal, estuve a las 16 con mis hijos para tener una reunión a las 19. A esa hora me manda un colaborador y empieza a pedir de todo. Me di cuenta que el problema pasaba por la política y yo no quiero tener nada que ver", se despegó.
"Yo soy la cara visible de la restauración del auto, pero son muchas las personas involucradas. Tuvimos la mejor predisposición para hacerlo, pero ya no hay tiempo, nos sentimos frustrados porque no se nos escuchó. Esa es la realidad y no hay otra. Ahora ya no hay tiempo porque de acá al domingo no se puede hacer nada", comentó.
"Necesitábamos tres días trabajando las 24 horas para poner el auto en condiciones. No podemos arriesgar nuestro prestigio, tendríamos que chequear todo muy bien", explicó.
El futuro del Cadillac
"Quiero pedirle algo a las autoridades electas. Todos los que trabajamos en la restauración, más todos los que se quieran acercar a colaborar, queremos volver a sacar el auto a la superficie, ponerlo en valor y que nunca más baje adonde esta ahora, de modo tal de que se le pueda hacer el mantenimiento, para que el auto circule y se mueva", sostuvo. "Ya no hay tiempo de ponerlo en condiciones, la estructura para subirlo demoraría tres o cuatro días. Hay que pensar en el futuro, sacar el auto de allí y que se use en algún acto patrio y despejar las trabas administrativas, solucionar primero los problemas para que se nos entregue el auto. Queremos que el auto sea operativo", dijo.
El auto pesa 2700 kilos y podría llegar a 180 kilómetros por hora en ruta. "Cuando el auto estaba en un 90% terminado, le pedí a las autoridades que quería llevar el auto al Salón del Automóvil en la Rural, fue la primera vez que fue presentado en sociedad luego de la restauración. Lo teníamos en el stand del museo y lo llevamos hasta el lugar donde pasaría el presidente y se armó un corralito para cuidarlo".
"Vino el presidente, miró el auto y le dije que a nosotros nos habían pedido que el auto sea restaurado para el museo. Le pedí el favor de que lo mandaran a la quinta de Olivos para hacer los trabajos que necesitábamos. Estuvo allí dos o tres meses hasta que vino la orden de bajarlo. Para la asunción no podrá usar el auto, pero consiguieron otro auto de similares características".

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