El ajuste de Milei que el mar no puede ocultar: el sistema científico argentino perdió 4.040 puestos de trabajo

Mientras el streaming del Conicet desde el fondo del mar se transforma en un fenómeno viral en redes sociales y plataformas digitales, un informe reciente expone una cara mucho menos luminosa de la ciencia argentina. Entre diciembre de 2023 y junio de 2025, el sistema científico-tecnológico del país perdió más de 4.000 puestos de trabajo como consecuencia del ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei.

Ajuste silencioso: más de 4.000 puestos menos

El estudio elaborado por el grupo “Economía, Política y Ciencia” (EPC) revela que el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI) sufrió una pérdida neta de 4.040 empleos en el período analizado. De esa cifra, 1.085 corresponden al Conicet, entre 894 cargos de personal y 191 becas no renovadas.

Otras instituciones fuertemente afectadas son el INTI, con 740 despidos, y el INTA, con 530. La caída general representa un 7,2% en los organismos públicos, y escala al 12% en empresas y sociedades estatales del sector.

Desmantelamiento en números

Según el informe, el mayor impacto relativo se produjo en la Secretaría de Ciencia y Tecnología, que redujo su plantilla en un 40,4%, y en la Agencia I+D+i, que recortó su personal en un 37,5%. EPC califica la situación como un "profundo vaciamiento", sin precedentes en la historia reciente de la ciencia argentina.

Ciencia viral, científicos en riesgo

En un giro paradójico, mientras miles de argentinos se conectan a diario para seguir la expedición submarina del Conicet, los científicos responsables de estos hallazgos ven deterioradas sus condiciones laborales. El streaming —que muestra criaturas exóticas como la ya famosa estrella de mar con cola— se ha transformado en una inesperada vidriera para una institución golpeada por recortes y despidos.

El fenómeno de audiencias, que el propio Gobierno aprovechó para exhibir como logro simbólico de su gestión, contrasta con la situación interna que atraviesan los trabajadores del sistema científico nacional, muchos de los cuales temen por la continuidad de sus investigaciones y por la sostenibilidad del conocimiento generado.