Un robo, una reacción solidaria y una escuelita de fútbol que sigue en pie gracias al barrio
Barrio Sarmiento: sufrieron el robo de todas sus pelotas, pero la comunidad respondió con fuerza y multiplicó la ayuda
La escuelita de fútbol de barrio Sarmiento de Rafaela atravesó un duro golpe la semana pasada, cuando dos personas ingresaron al predio, rompieron un candado y se llevaron las 18 pelotas con las que entrenaban decenas de niños.
Sin embargo, la reacción solidaria de la comunidad fue inmediata y permitió revertir rápidamente la situación.
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"Vinieron directamente por las pelotas, rompieron el candado, entraron y se las llevaron. Los vecinos escucharon el ruido y salieron a correrlos", relató el profesor Víctor Gómez, responsable del espacio deportivo, en diálogo con RADIO RAFAELA.
Lo que más le dolió no fue solo el robo, sino la respuesta policial: "Me dijeron que no podía hacer la denuncia porque no tenía seguro. Encima, al ladrón se le cayeron dos pelotas y la policía me las trajo, en vez de detenerlo. Me pareció una tomada de pelo", expresó.
“Pensé en cerrar la escuelita, pero los gestos de los chicos me dieron fuerzas”
La primera reacción del entrenador fue bajonearse. "El jueves a la mañana me levanté con la intención de cerrar la escuelita. Sin pelotas no se puede trabajar", reconoció. Pero ese mismo día ocurrieron dos gestos que le devolvieron el ánimo: "Dos nenes de la escuelita, Milo y Bauti, quisieron prestar su propia pelota para que sus compañeros sigan entrenando.

Eso me dio fuerzas para no bajar los brazos". Y se sumó un tercero: "Un chiquito de seis años de la categoría 2018 vino con su pelota y nos dijo que quería que entrenemos bien porque nos quería enfrentar en el 'Leoncito'. Me emocionó mucho”, contó Gómez.
La solidaridad multiplicó las pelotas
En cuestión de horas, la comunidad entera respondió. Vecinos, padres, comercios, referentes deportivos y la Municipalidad de Rafaela se movilizaron. "Hoy tenemos más de veinte pelotas nuevas, sanas, gracias a la gente de Rafaela", detalló el profesor.
Entre los aportes más destacados, Víctor mencionó a Luis, un padre que repara pelotas y "ya arregló ocho y no nos cobra nada", y a Alejandro Zurbriggen, ex DT de Ben Hur y técnico reconocido de la ciudad, que donó pelotas de entrenamiento. "Él fue uno de los primeros en llamar. Me dijo: 'No quiero que se cierre la escuelita' y me entregó varias pelotas para que sigamos trabajando", agradeció Gómez.
La Municipalidad de Rafaela también se hizo presente, aportando cinco pelotas y acompañando la continuidad del proyecto.
"Siempre oramos y agradecemos a Dios. Esta escuelita tiene una base cristiana fuerte. Dios obra de manera misteriosa, pero nos protege. Hoy los chicos están entrenando de nuevo, y eso es lo más importante", concluyó el profesor.
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