"Casa Bernardi Bakery" abrió sus puertas en la Partida Pedramala (Alicante, España), un pequeño rincón de la carretera entre Benissa y Teulada. La panadería, que ha ganado rápidamente popularidad entre los residentes cercanos y los viajeros ocasionales, combina una propuesta gastronómica de inspiración mediterránea con un toque de alma italiana y argentina.

El origen de la panadería fue inesperado. Los clientes del restaurante del mismo nombre comenzaron a preguntar si podían llevarse el pan a casa, no solo disfrutarlo durante el menú degustación. Esta demanda creció de forma orgánica, lo que llevó a los propietarios a comenzar a producir pan para la venta. Al principio, empezaron con 15 kilos de harina al mes.

Con el paso del tiempo, la producción aumentó considerablemente. En la actualidad, "Casa Bernardi Bakery" trabaja con casi 900 kilos de harina mensuales, ofreciendo una variedad de panes que se han convertido en un atractivo tanto para los locales como para los viajeros que pasan por la zona. 

Y resulta que uno de los protagonistas de esta historia es Nicolás Sequeira, un emprendedor rafaelino que ya está radicado en España. Sus manos fueron las principales responsables para la construcción de la nueva panadería.

“Somos un equipo, no soy el propietario, pero soy el responsable de todo lo que es la panadería, desde las masas hasta el producto final”, destacó Nico en conversación con Radio Rafaela.

¿Cómo surgió todo?

En este proyecto, decidieron apostar por una panadería artesanal en un contexto donde "con todo el tema de la industrialización que estamos viviendo, cada vez el cliente demanda más productos de kilómetro cero, como las verduras del campo del vecino".

Así surgió la idea de una panadería que ofrece "más de doce variedades distintas, todas fermentadas con masa madre, con harinas molidas a piedra, harina francesa, harina italiana y, obviamente, con el toque argentino, que no nos gusta perder nunca”, reveló.

El recorrido de Sequeira comenzó en su Rafaela natal, cuando trabajó a los 14 años en Pido Pizza. "Ahí me empezó a gustar la cocina. Estudié gastronomía en IGA (Instituto Gastronómico de las Américas) y, con las pasantías, surgió la oportunidad de viajar”, recordó. 

Y en esa línea, dijo: “Tengo raíces italianas y españolas, y me dije: '¿Por qué no ir a España?'". Sin embargo, los inicios no fueron fáciles. "Empecé mirando videos de panaderos en YouTube y haciendo pan en casa, pero los panes eran duros como una casa. Todo fue prueba y error, práctica y autoconocimiento, hasta que logré mejorar".

Tras años de trabajo, Nicolás encontró su lugar en “Casa Bernardi”, el restaurante donde se desempeña como panadero. "Actualmente llevamos cinco años juntos y se abrió este proyecto nuevo. Hay muchos altos y bajos en todo este camino, pero siempre digo que hay que tener mucha fe en uno mismo. Eso es clave para cumplir lo que deseamos".

El nuevo camino: el de la enseñanza

Ahora, con una mirada al futuro, el rafaelino busca compartir su conocimiento. "El 3 de febrero lanzo dos cursos presenciales aquí en la panadería. Vamos a enseñar métodos para hacer pan, focaccia y pizza”, contó.

“Es un curso corto e intensivo para diez participantes, donde haremos pan juntos. Siento la necesidad de devolver todo lo que aprendí”, continuó Nicolás.

Finalmente, el entrevistado compartió un consejo para quienes deseen emprender: "Hay que hacer lo que a uno le gusta. Si no me gusta lo que hago, no me va a salir bien. Esa es la clave para lograr lo que deseamos".

Mirá la nota completa: