Ante el aumento de reclamos de vecinos de la ciudad, en una entrevista con Radio Rafaela, Marcia Molina, Coordinadora de Abordaje Social Territorial, brindó detalles sobre el abordaje que la Municipalidad de Rafaela está llevando a cabo frente a la creciente problemática del consumo problemático y personas en situación de calle en la ciudad.

Molina explicó que el trabajo social, aunque fundamental, es un proceso largo y a menudo invisible. “Es un trabajo silencioso y muchas veces se esperan resultados inmediatos. Tal vez una foto es un recorte de la realidad de lo que se viene trabajando”, señaló. La coordinadora destacó que el enfoque del municipio se basa en la atención individualizada de cada persona, considerando diversos factores.

“Nosotros trabajamos desde la individualidad del sujeto que está en situación de calle, que está atravesado por los consumos problemáticos, si hay alguna cuestión de discapacidad y también una cuestión de salud mental. Lo que tratamos siempre es de buscar un referente familiar”, comentó Molina. Sin embargo, señaló que en muchos casos los lazos familiares están rotos, lo que obliga a hacer un trabajo de revinculación, que puede ser especialmente difícil cuando los familiares están “cansados” o no desean volver a recibir a sus seres queridos en sus hogares.

La complejidad de la asistencia 

En cuanto al consumo problemático, Molina enfatizó que la voluntad de la persona afectada es clave, aunque frecuentemente esto se complica, especialmente con los jóvenes. “Tiene que haber una voluntad de la persona, muchas veces se nos complica cuando no hay un ida y vuelta en ese proceso. A veces las estrategias se van agotando”, dijo Molina. En estos casos, destacó la importancia de la intervención judicial para actuar de manera involuntaria cuando la persona no puede o no quiere recibir ayuda.

La coordinadora también habló sobre la falta de respuestas inmediatas por parte de otras instancias del sistema, mencionando que muchas veces las decisiones de otros entes son más lentas de lo que se desearía. “Nos parece muy importante que cuando no hay una voluntad de la persona, la Justicia intervenga para poder hacer algo que sea involuntario. Pero cada vez se torna más difícil”, expresó.

En cuanto a las personas en situación de calle en Rafaela, Molina brindó datos tras un estudio realizado en julio. “En el relevamiento que hicimos, tenemos un total de ocho personas, entre ellos adultos mayores, mujeres, y dos mujeres con discapacidad”, comentó. Sin embargo, también señaló que muchas de estas personas no están en situación de calle de manera permanente, sino que van y vienen, regresando a sus hogares o a casas de amigos.

Respecto a esta población, Molina detalló: “la mayoría está con consumos problemáticos que tienen que ver con cualquier tipo de drogas. Hoy es muy conocida lo que es la pipa, se fuma cocaína, y el consumo de alcohol sobre todo en los adultos mayores”, agregó.

Por último, Molina reconoció que el trabajo en este ámbito es sumamente desafiante, pero subrayó la importancia de continuar trabajando en conjunto con otras instituciones y organizaciones para lograr una mayor inclusión y recuperación de las personas en situación de calle y con problemas de consumo. “Es fundamental tener referentes afectivos en estas personas, porque sin eso es muy difícil salir”, concluyó.

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