Punto final para Casa Villarreal, un comercio emblemático de la ciudad: “Es mucha historia”

“Feliz, porque se que se cierra una etapa para darle paso a algo grande y nuevo”, contó emocionada Dolores Serra, nieta del fundador.

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Años de historia se respiran entre las estanterías de Casa Villarreal, ahora cubiertas con bastante polvo, aunque no podrá opacar el brillo de los recuerdos. Una etapa se cierra para dar espacio a algo nuevo.

Casa Villarreal es un negocio tradicional de la ciudad, que cerró sus puertas hace ya 4 años, y este sábado rematará todo lo que quedó dentro de los enormes galpones.

Luego de la muerte de su madre, Dolores Serra y su hermano, nietos del fundador, decidieron llevar a remate todos los artículos que aún guardaban los viejos galpones. En el pasado, a estos espacios llegaban los hombres de campo para buscar esa pieza precisa y necesaria para arreglar algo que se había roto.

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Recorrido de muchos años

"Mi abuelo, Hiran Villarreal, fundó casa Villareal en el año 1977 y siempre estuvo en este lugar, Boulevard Lehmann 563. Aquí instaló su negocio, una ferretería que siempre comercializó artículos para el campo, artículos agrícolas, herramientas", recordó Dolores.

Emocionada, subrayó que en ese lugar está la historia de su familia, los recuerdos. Están “nuestras visitas, estar cerca de la gente que iba en busca de lo que necesitaba para el campo, para su casa, para albañilería, para construcción. Sabían que acá todo lo podían encontrar y fue mi adorado abuelo quien empezó esta rica historia”.

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Al morir Hiran, lo sucedió su hija Silvia, la madre de Dolores. No solo se hizo cargo del negocio, sino también de la historia familiar de la que hoy cierran una etapa que será imborrable.

"El negocio cerró un poco antes de la pandemia, mi madre estaba a cargo porque mi abuelo Hiran falleció en el año 1998. Ella se quedó a cargo de todo, de la comercialización, los números, las cuentas, con mucho esfuerzo, con mucha dedicación, con mucha garra, siempre priorizando esto de estar para el campo, de llegar a la gente", contó Dolores.

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Un enorme espacio que huele a historia

El viejo local “está cargado de nostalgia y anécdotas de gente muy conocida no solo de Rafaela y zona, sino también de otros puntos del país. Llegaban al lugar en el que seguro encontraban aquello que necesitaban, eran clientes de toda la vida”.

El lugar es inmenso y hay de todo, millones de objetos, antigüedades, herramientas, repuestos. "La gente venía y se sentía muy cómoda sin duda por el espíritu de mi abuelo que era muy emprendedor, siempre se ponía en el lugar del otro para satisfacer sus necesidades y eso es Casa Villarreal", dijo orgullosa la nieta de Hiran.

Al fallecer su madre, Dolores y su hermano decidieron cerrar el negocio. “Ni mi hermano ni yo estábamos en la rama, yo soy médica infectóloga y mi hermano es ingeniero industrial. Era hora de tomar una decisión y ponerle fin, es mucha la cantidad de cosas que quedan”, contó.

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El recuerdo permanente

Antes de finalizar la nota, Dolores recordó parte de sus vivencias, las charlas, las peñas y los encuentros con su abuelo en el galpón de atrás con los clientes que eran parte de la familia. “El compartir, el encuentro con las personas, es el gran legado de mi abuelo que continuó mi madre. Es volver a las raíces, renacer, el amor por la familia y por Rafaela, y la posibilidad de ayudar a otro es el gran legado que nos dejaron”, destacó.

Las emociones se mezclan, "estamos decidiendo sobre algo que formaron mi abuelo y mi mamá, con mucha historia. También estoy feliz porque se cierra una etapa que dará lugar a algo nuevo".

El remate será el sábado 11 de noviembre a las 9 horas, en Bv. Lehmann 563.