Se tensó la relación entre D'Eramo y el municipio: “No tenemos diálogo, no tenemos información”
El presidente de la comisión vecinal, Daniel D’Eramo y el histórico referente del barrio, Jorge Luis Francia, repasaron la actualidad del sector. Destacaron la vida social en la plaza, las dificultades para sostener el salón vecinal y la necesidad de respuestas más ágiles a los reclamos cotidianos de parte del municipio.
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El barrio Martín Fierro atraviesa un momento de transformaciones y desafíos. Su plaza, uno de los espacios más valorados por los vecinos, luce renovada y activa, mientras que la sede vecinal trabaja en una obra clave para volver a funcionar. Sin embargo, desde la comisión advierten que aún faltan respuestas municipales en el día a día.
“Hoy la plaza está medianamente bonita, con algunas plantas que se han sembrado hace un par de días”, contó el presidente vecinal, Daniel D’Eramo. Reconoció que mantener los espacios verdes “es lo complicado”, porque requieren cuidados permanentes, pero valoró el uso que tiene el lugar: “Es un punto de encuentro. Siempre insistimos en que la gente del barrio —y la que no es del barrio— venga a sentarse a tomar un mate y charlar. Cualquier tarde vas a ver que siempre hay muchísima gente”.
Obras en el salón y un año sin actividades
La vecinal trabaja en la refacción del techo del edificio, una obra postergada por falta de recursos. “Empezaron hace unos quince días. Tuvimos problemas porque no había grúa. Un vecino nos regaló el servicio”, explicó D’Eramo.
La prioridad es retechar para volver a usar la planta baja y generar ingresos que permitan sostener el funcionamiento. “Hace más de un año que no tenemos ninguna clase de inglés ni actividades. Nos cortaron la luz. No podemos usar la vecinal para nada”, lamentó.
Reclamos sin respuesta y la falta de “metro a metro”
D’Eramo admitió que la relación con el municipio está atravesada por la dificultad para obtener soluciones concretas: “Los reclamos están todos los días. Si hacés algo, están conformes; si no, están disconformes. Es complicado”. Si bien reconoce que no es sencillo gestionar para 41 barrios, advierte que se está descuidando lo básico: “Creo que se está dejando de lado mucho el metro a metro, que son las cosas chiquitas: cortar un árbol, juntar basura, cambiar un foco. Eso no es bueno para el vecino, porque son problemas de todos los días”.
Según señaló, muchas veces hacen el reclamo y no saben “el por qué ni el cuándo” de la respuesta. “El problema más complicado que tenemos hoy es no poder tener diálogo, no poder tener información”, afirmó. Aun así, aclaró que mantiene una mirada equilibrada: “Soy una persona muy agradecida. Cuando las cosas se hacen, hay que agradecer. Pero cuando no te dan una solución a algo tan insignificante, es difícil”.
Un anhelo compartido: volver a abrir el salón vecinal
Jorge Luis Francia, iniciador de la vecinal y referente histórico del barrio, expresó su deseo de recuperar plenamente el espacio comunitario. “Esperamos pronto poder reinaugurar el salón, porque fueron muchos años de sacrificio”, señaló.
El sueño es que vuelva a ser un punto de encuentro para toda la comunidad: “Me gustaría que la gente del barrio —y de otros barrios— pueda ver el salón en funcionamiento. Más o menos son 150 personas las que van a poder disfrutar usando el bar”.
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