Múltiples vecinos reclamaron por roturas estructurales en las casas cercanas a las obras de calle Tucumán: “Es insostenible”

La vecina del barrio 30 de Octubre, Susana Merke, denunció públicamente los graves daños sufridos en su hogar debido a la obra de entubado de cloacas que se está llevando a cabo frente a su casa, en la calle Tucumán de la ciudad de Rafaela.

Según relató Merke, la magnitud de la obra está afectando profundamente la estructura de su vivienda, generando rajaduras en las paredes, grietas en los pisos, y alteraciones en el suministro eléctrico.

“Las máquinas que utilizan, los pozos que están haciendo de 5 metros de profundidad, hacen vibrar constantemente el terreno. Mi casa está llena de rajaduras, de grietas. La luz se enciende y se apaga todo el tiempo, el electricista viene todos los días, pero ya no sabe qué buscar. Los vidrios están rajados, los pisos también. Mi casa se desprendió de la casa de al lado, se dio para adelante, para que tengan una idea”, explicó la vecina.

Además, destacó que el problema no se limita a su casa, sino que también afecta a viviendas cercanas: “La casa de la esquina de calle Alem está destruida. Se agrietaron todos los contrapisos y las paredes”.

Falta de control y desorganización en la obra

Susana también señaló la falta de control y supervisión por parte de las autoridades municipales. “Yo sé que la municipalidad le dio autorización a ASSA para que haga la obra, pero mínimamente lo que le pedimos a la municipalidad y a los concejales es que se acerquen, que vean, que controlen la obra, que nos visiten y que vean en las condiciones que están nuestras casas”, expresó.

La vecina cuestionó la falta de respuesta tanto de la municipalidad como de los concejales, resaltando que durante la campaña electoral no vio a ningún candidato en la zona. “Nadie se acercó, no sé con quién comunicarme”, agregó Merke.

La vecina del barrio también detalló los peligros que representan las vibraciones constantes y el uso de maquinaria pesada en la obra, mencionando que las vibraciones son tan intensas que comprometen la integridad de las viviendas cercanas: “Los camiones y las máquinas no son para usar en la ciudad. El tránsito es un desastre, los camiones corren las vallas y en cualquier momento los tengo adentro de mi casa”.

Susana Merke dejó claro que su principal preocupación es que la obra se realice sin tener en cuenta las condiciones del terreno y las consecuencias que esta tendrá a largo plazo. “Ya tengo un informe hecho por una ingeniera civil de mi casa, en las condiciones en que está, pero vamos a ver qué pasa cuando terminen, y cuando venga una lluvia grande, cuando se empiece a asentar todo el terreno, que fue el movimiento muy grande de tierra”, manifestó.