La concejal María Paz Caruso expresó su preocupación por la falta de análisis en la aprobación del proyecto que permitirá el traslado de la Alcaidía de Rafaela al norte de la ciudad. Si bien reconoció la necesidad de una nueva infraestructura penitenciaria, planteó dudas sobre la localización y el impacto en el desarrollo urbano.

"No es una medida simpática para ninguna localidad, por supuesto. La construcción de una alcaidía, cárcel o como cada uno lo quiera denominar, implica alojar personas privadas de la libertad. Pero si bien entendemos que es necesaria porque es parte de un proceso judicial y de seguridad, también debemos analizar la mejor localización", explicó ante los micrófonos de Radio Rafaela.

Caruso recordó que en 2005 ya se había cedido un terreno similar para este fin, pero en 2008 se tuvo que dar marcha atrás por la resistencia de los vecinos. "Hoy, 15 años después, estamos insistiendo en que vaya al mismo lugar. No es la misma concepción, pero es pegado. Es zona urbana de la ciudad de Rafaela. Si tiene que ser en Rafaela, pensemos en varias alternativas de localización, no en la misma que hace 15 años atrás se rechazó", advirtió.

Impacto en el desarrollo urbano

La concejal alertó sobre las consecuencias a futuro de ubicar la Alcaidía en una zona que podría ser urbanizada. "El día de mañana, enfrente de esa cárcel, va a haber casas porque ese sector puede lotearse. Es el área urbana de Rafaela. Si podemos tener una mirada futura, veremos que van a aparecer las mismas problemáticas de hoy", señaló.

Caruso comparó la situación con la cárcel de Coronda, donde la expansión de la ciudad terminó rodeando el penal. "Con este criterio, la Alcaidía va a volver a quedar en el medio de la ciudad. Hay muchas otras alternativas que se pueden estudiar", sostuvo al respecto.

Además, criticó la falta de debate y estudios previos. "No podemos venir hoy a decir vamos a otro lugar porque este proyecto se presentó el viernes o el lunes y hoy se votó. Ni siquiera tuvo discusión, ni siquiera vinieron profesionales de la provincia a debatir. Los funcionarios municipales que nos explicaron el proyecto están lejos de tener un conocimiento detallado sobre lo que se va a hacer", lamentó.

Deficiencias en la planificación y dudas sobre el presupuesto

Caruso también apuntó a la falta de previsión en la infraestructura complementaria. "El proyecto no tiene espacio para la recepción de visitas. ¿Dónde van a estacionar? ¿En la calle? Estamos hablando de una Alcaidía regional, por lo que van a venir familiares desde otras localidades. Lo vemos hoy en el Parque Malvinas, cuando los visitantes usan los baños públicos y se arman largas colas. Si se va a hacer algo nuevo, debería contemplar estas situaciones", argumentó.

Otro de los puntos que cuestionó fue la capacidad del nuevo establecimiento. "Algunos dicen que es para 46, 50, 80 detenidos. Pero en situaciones de superpoblación ha llegado a 120 o 140 internos. Entonces, si la nueva Alcaidía tiene capacidad para 240, ¿se está pensando en un establecimiento más grande para personas que no son de Rafaela? Y con el mismo criterio de superpoblación, ¿ese número se duplicará y pasará a 500?", se preguntó.

Además, denunció contradicciones en el presupuesto asignado. "Nos dijeron que la obra costará 25.000 millones de pesos. Pero cuando fuimos a la ley de presupuesto de la provincia, aparecen 44.900 millones. ¿Cuál es el verdadero presupuesto? ¿Cuál es la obra que realmente se va a hacer? No está la información, ni tampoco hubo diálogo", enfatizó.

Resistencia vecinal y falta de consenso

Caruso reconoció que la construcción de una Alcaidía genera resistencia en cualquier sector donde se ubique, pero insistió en que se debió buscar un mayor consenso. "Por supuesto que va a ser difícil encontrar acuerdo para la construcción, pero tan cerca de los barrios del sector norte es lógico que haya oposición. Esa misma resistencia existió hace 15 años y en aquel entonces ese sector de la ciudad era muy distinto a lo que es hoy", concluyó.

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