La industria metalúrgica sigue complicada: “Suspendieron entre 1.800 y 2.000 trabajadores de Mahle y Basso”
Así lo afirmó Roberto Oesquer, secretario general de la UOM, en referencia a la caída de la industria metalúrgica en diálogo con Radio Rafaela.
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El titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, reveló que en lo que va de 2024 hubo una caída de 12 mil puestos de trabajo en el sector y advirtió que esa cantidad “se va a duplicar o triplicar en los próximos 60 días” producto de la apertura de importaciones y de la eventual sanción del RIGI (Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones) que impulsa el gobierno de Javier Milei.
Rafaela no es la excepción. Roberto Oesquer, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) sede Rafaela, compartió en una entrevista con Radio Rafaela los desafíos que enfrenta el sector, destacando que empresas importantes como Mahle y Basso están adelantando vacaciones a sus empleados debido a la baja en la producción.
"Nosotros hemos tenido, esta semana, suspensiones de los trabajadores de Mahle y de Basso, que son una parte importante de la cantidad que tenemos. Son entre 1.800 y 2.000 trabajadores" señaló Oesquer.
La planta de Basso en el Parque Industrial de Rafaela ha reducido significativamente su personal, quedando solo con un pequeño sector operativo, mientras que otros empleados han sido reubicados o despedidos. Esta situación es un reflejo de la falta de ventas en el mercado interno, donde muchos autopartistas están enfrentando serios problemas.
En cuanto a la empresa IMAI, con su planta ubicada en San Vicente, Oesquer mencionó que ha solicitado suspender a 35 trabajadores durante dos meses debido a la situación crítica que atraviesa.
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“El gobierno piensa que el segundo semestre va a ser mejor, pero nosotros pensamos todo lo contrario, que esto se va a seguir profundizando" expresó el referente de la UOM en charla con este medio.
Oesquer también criticó la falta de interés del gobierno en proteger la industria nacional, señalando que las inversiones y beneficios fiscales están dirigidos a grandes grupos relacionados con sectores como el gas, el petróleo y el litio, en detrimento de miles de pymes que sufren las consecuencias de esta política económica.
"La verdad que sí, es preocupante" concluyó Roberto.
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