Jésica Vizgarra compartió su experiencia como vendedora en la estación de tren de Rafaela, destacando la dinámica de las paradas, las ventas y los desafíos que enfrentan los vendedores y pasajeros. La entrevista fue abordada por el móvil de RADIO RAFAELA y dejó lo siguiente.
Jésica Vizgarra, una dedicada vendedora en la estación de tren de Rafaela, nos cuenta sobre la llegada del tren, la venta de productos locales y las dificultades que enfrentan tanto los vendedores como los pasajeros en su día a día.
"Ingresa el tren, entra a la estación, empezamos lo clásico, a los gritos. Lo más común es a los gritos, que hay pan casero, ofrecemos lo que hay, un poco para que la gente tenga una idea", explica Jésica.
En la estación, cada parada del tren se convierte en una oportunidad para ofrecer productos caseros a los pasajeros, especialmente en épocas de frío, cuando la demanda de café y agua caliente aumenta. "Muchas veces, si bien el tren cuenta con el servicio del dispenser, por la cantidad de gente que hay, o sea, no se llega a cumplir con lo necesitado", señala Jésica, indicando la importancia de su servicio complementario.
El tren pasa cuatro veces a la semana por Rafaela, y aunque las paradas son cortas, la producción de los productos ofrecidos es constante y fresca. "Gracias a Dios tenemos una buena venta, gracias a Dios se mueve, así que bueno, la producción es todo fresca, es todo del día", comenta, añadiendo que cada parada es "cinco minutos de adrenalina full".
A pesar del dinamismo y las oportunidades de venta, Jésica y otros vendedores enfrentan desafíos significativos en la estación. "Nosotros ahora en septiembre, octubre, van a ser cuatro años que ya estamos acá. En un principio, la mayoría de la gente ya nos vio, ya nos conoce", dice Jésica. Sin embargo, uno de los principales problemas es la falta de instalaciones adecuadas, especialmente baños y fuentes de agua.
"El principal reclamo, tanto nuestro como de la gente, como de los pasajeros que vienen, es el tema del baño. Hace cuatro años que estamos gestionando desde el primer momento que estuvimos acá, el tema del baño, por una cuestión de necesidad, por una cuestión de humanidad. No hay una canilla de agua, lo que es para, ahora, el invierno es un poquito más pasable, pero en verano hubo gente que se ha descompuesto acá", lamenta Jésica.
La estación de tren de Rafaela recibe una gran cantidad de pasajeros, no solo locales sino también de otras provincias y países. "La cantidad de gente que pasa por esta estación, no se tiene idea, es muchísima, porque no solamente se lo toma el pasajero de Rafaela, sino que vienen pasajeros de afuera, de Córdoba, de Santa Fe, de todos lados. Hemos tenido gente de Alemania, de Rusia, de China, de todos lados", detalla.
Esta situación genera una mala impresión para los visitantes y dificulta la labor de los vendedores. "Es una mala impresión, la verdad es una mala impresión, pero bueno, es lo que hay", concluye Jésica, esperando que las gestiones para mejorar las condiciones de la estación avancen pronto para beneficio de todos.
Comentarios