La ciudad amaneció con una triste noticia. A través de la red social instagram de su hija Celita nos enteramos del fallecimiento de la profesora de inglés Celia Prosperi.
Son muchas las cosas que se pueden decir de ella: fue una notable docente, trabajó toda su vida en la escuela normal, también en la Academia de Lenguas Vivas. Su pronunciación y su presencia siempre fueron admirados por alumnos y colegas.
Gran tejedora, hacía maravillas con dos agujas siempre en compañía de su mamá Elena en la casona de calle Victor Manuel. Su elegancia era motivo de comentario entre quienes tuvieron la suerte de conocerla.
Siendo joven aún sufrió el peor dolor, la muerte de su hijo Jorgito en un accidente en la Ruta 34, del que pudo reponerse y seguir adelante.
Ya en su vejez con su grupo de amigas de toda la vida, tenía reuniones interminables en el Parra Hotel & Sweets donde se divertían hasta la tardecita en partidas de cartas.
Un día su hija quiso que pasara sus últimos años de vida junto a ella en Buenos Aires y allá fue Celia, feliz por la compañía cercana de su adorada Celita y sus nietos.
Hoy por las redes sociales nos enteramos que Celia murió. Y todos quienes la conocimos estamos tristes.
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