Entre emociones y balances, Sagardoy se despide del Concejo: "No es fácil porque es mi casa”

A pocos días de concluir su labor legislativa, Alejandra Sagardoy vive un cierre de ciclo cargado de emociones. Tras años de presencia activa en el Concejo Municipal la dirigente de Juntos por el Cambio repasó por Radio Rafaela una trayectoria marcada por el compromiso, la construcción colectiva y la defensa de la institución.

“Creo que no es fácil, después de tanto tiempo, haber estado en el Concejo. Para mí es mi casa, y la defiendo como institución”, expresó al reflexionar sobre este momento.

Su vínculo con la actividad política comenzó tiempo atrás, acompañando a Germán Bottero en los inicios del espacio que hoy conduce el Ejecutivo local. “Empezamos hace mucho tiempo con Germán Botero. Éramos la familia, mi mamá, amigos, la que hoy es su esposa, caminando los barrios y tratando de convencer a la gente de que éramos una opción. Perdimos muchas elecciones, nos volvimos a levantar y siempre analizamos qué cambiar para poder ser gobierno en la ciudad”, manifestó.

Luego, en la etapa donde Bottero asumió el cargo de secretario de Gobierno, Sagardoy regresó al Concejo como secretaria legislativa. Aquella experiencia consolidó una forma de trabajar que describe como horizontal. “Siempre tuvimos una relación de par, no era porque él era concejal y yo secretaria: éramos iguales. Le alcanzábamos proyectos y él los llevaba al Concejo”, recordó.

Políticas de género: una agenda que dejó huella

Sagardoy consideró que uno de sus mayores aportes fue impulsar políticas vinculadas a género, igualdad y paridad. Entre ellas, destacó la creación de la Oficina de Género, una iniciativa que evolucionó con diferentes denominaciones pero que hoy forma parte del entramado institucional local. “Fue la oficina de mujer primero, después hubo un ida y vuelta, y terminó siendo la Oficina de Género”, explicó.

También valoró especialmente el recorrido que tuvo la Ley Micaela en el Concejo. “En ese momento el peronismo no estaba muy de acuerdo en acompañarme con la Ley Micaela. Sin embargo, terminaron acompañándome, incluso los concejales peronistas”, señaló.

En ese sentido, expresó su gratitud por el respaldo recibido: “Todo lo que presentamos en materia de género me lo acompañaron todos los concejales, tanto desde la oposición como del oficialismo de ese momento. Estoy más que agradecida”.

Otro de los ejes de su gestión fue el tránsito, un tema que define como “preocupante y ocupante”. En ese marco, impulsó la creación del Observatorio de Seguridad Vial, herramienta clave para analizar datos y orientar decisiones. “El observatorio es justamente tener en cuenta los datos: estadísticas, qué políticas públicas llevar adelante con respecto a tránsito”, explicó.

Aunque en su momento funcionarios del Ejecutivo no asistían al Concejo para abordar la ordenanza, Sagardoy destacó que una vez aprobada la iniciativa, desde el propio gobierno municipal se tomó la posta. “Apenas la pusieron en práctica, la llevaron adelante. Participamos del observatorio junto al concejal Martín Racca”, recordó.

Un cierre con orgullo y continuidad

Para Sagardoy, su paso por el Concejo deja una enorme cantidad de ordenanzas, iniciativas y políticas activas que seguirán funcionando más allá de los cambios de gestión. “Creo que fueron muchas cosas”, resumió, sin ocultar la mezcla de nostalgia y satisfacción que le genera esta despedida.

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