Dr. Silvio Bonafede: “El nuevo hospital es magnífico, pero sin recursos humanos no alcanza: la atención primaria es esencial”
El reconocido pediatra y exconcejal rafaelino participó de la inauguración del Nuevo Hospital Dr. Jaime Ferré y repasó su trayectoria, su visión sobre el sistema de salud y los desafíos que vienen. Advirtió sobre la baja en los niveles de vacunación y la necesidad urgente de sumar profesionales.
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El Dr. Silvio Bonafede, una de las figuras más respetadas de la pediatría rafaelina y exdirector del antiguo hospital, estuvo presente en la inauguración del Nuevo Hospital Regional. En diálogo posterior, no solo celebró la infraestructura, sino que trazó una reflexión profunda sobre el sistema sanitario, su propia historia en la medicina y los desafíos que la ciudad deberá enfrentar para que el edificio funcione a pleno.
Bonafede compartió anécdotas de su vida que reflejan una independencia temprana. “Mis padres me largaron a la vida cuando tenía doce años”, recordó. Su recorrido académico fue diverso: cursó primer año de secundario en Córdoba, completó 2°, 3° y 4° en Rafaela y, por decisión propia, terminó 5° año en Santa Fe.
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Más tarde estudió Medicina en Rosario, pero una serie de paros lo llevó a rendir libre y emigrar a Córdoba junto a un grupo de amigos. “De los ocho que fuimos de Rosario a rendir libre, solamente aprobé yo”, contó. Así logró cursar segundo año y graduarse con un récord personal: “La carrera eran seis años y la hice en cuatro años, nueve meses. Me recibí a los 22 años de médico”.
Una vida dedicada al servicio público
Tras su formación, pasó por el Hospital de Niños de Córdoba y luego por el de Santa Fe, hasta que llegó a Rafaela para trabajar en la Clínica Parra, donde conoció a su esposa, Ester, madre de sus tres hijos. Su vocación social lo llevó al territorio: “El padre Corti me dijo que necesitaban un médico en el barrio, no había cargo, no había plata. Era gratis. Yo fui un año y medio”, recordó. Más tarde, con la renuncia de un colega, obtuvo el cargo.
Ese mismo compromiso lo llevó a la dirección del viejo Hospital Jaime Ferré. “Fui director desde marzo del 96 hasta diciembre de 2003”, recordó. Luego, Omar Perotti —entonces intendente— lo convocó para asumir la Secretaría de Salud. Su vida profesional siempre estuvo marcada por la entrega: “Me levantaba a las cinco y media de la mañana. Tenía la llave del dispensario, me abría yo”.
Bonafede mantiene una convicción que repite también en su familia: “Siempre les digo a mis hijos que no le cobren plus a la gente, porque la gente que viene al consultorio, aparte de estar enferma, seguramente está en una condición económica inferior”.
El nuevo hospital: un edificio de excelencia que exige más profesionales
El pediatra celebró la inauguración del nuevo edificio, pero insistió en que la infraestructura no es suficiente: “Es perfecto, es magnífico, pero hay que poner recurso humano adentro”. Recordó que, en su época, se buscaba que el hospital no fuera la “última opción” para quienes no tenían dinero, sino una alternativa más dentro del sistema.
“De nada sirve tener una Ferrari si no tenemos un piloto”, ejemplificó. Y fue más allá: “La demanda va a aumentar, incluso de gente con obra social. Si postergan una operación porque no tenés dólares, ¿qué va a hacer esa persona? Va a ir al hospital”.
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Según le comentaron, se calcula que el nuevo hospital necesitará entre doce y dieciséis pediatras, además de otros profesionales para cubrir guardias y emergencias. “Dos médicos de guardia no pueden atender a toda la gente. Es imposible”, reafirmó, mencionando que su hijo Nicolás trabaja actualmente en la guardia pediátrica.
La advertencia sanitaria: bajar la guardia en vacunación es retroceder
Bonafede también expresó preocupación por la caída en los índices de vacunación infantil. “Aparecieron un montón de casos de coqueluche y sarampión. El porcentaje de vacunación de chicos de uno a cinco años bajó tremendamente”, alertó. Señaló que el promedio aceptable es del 85 por ciento, pero recordó con orgullo que Rafaela supo alcanzar el 93 por ciento: “Nos llamaron de un canal de Buenos Aires por ese logro”.
Para recuperar niveles seguros, insistió en el rol clave de la atención primaria: “Si nos olvidamos de eso, por más que tengamos toda la tecnología, vamos a tener un hospital lleno de chicos con neumonías sarampionosas o coqueluche con complicaciones”. Reclamó retomar acciones históricas de prevención: control de carnts de vacunación, capacitación de agentes comunitarios y coordinación con las escuelas.
“Todo eso es decisión política”, subrayó. “Hay que poner dinero en recursos humanos, porque la atención primaria de la salud es esencial. La tecnología es importantísima, pero si te olvidás de lo otro, no funciona”.
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