Así lo afirmó la directora del establecimiento educativo, Marisel Trejo, en diálogo con Radio Rafaela.
La Escuela Villa Rosas, corazón del barrio que lleva su nombre, cumple 107 años y los está festejando. Uno de los establecimientos educativos más valorado por la comunidad rafaelina, con una larga historia en la vida de la ciudad, sigue celebrando como lo hace año tras año junto a la comunidad educativa y al barrio que la vio crecer.
Para conocer detalles de los festejos, Radio Rafaela dialogó con su directora, Marisel Trejo, que puso en valor la rica historia de la Escuela Nº478 Villa Rosas. “Todo comenzó en el año 1916, pocos años después de la formación de la ciudad, en calle Mitre y Avenida Italia. Años después llega al barrio, con el traslado a la casa de ‘Don Pandolfi’ en calle Jorge Newbery y Gobernador Crespo”, donde late fuerte el corazón del barrio.
"Desde entonces, la demanda de la matricula era muy grande y las personas que trabajaban junto a los directivos bregando por el progreso de la institución lograron tener el edificio propio. Hoy llegamos a 107 años, acompañando a la ciudad desde uno de sus barrios más antiguos, con 722 alumnos en dos turnos, una matrícula importante, una escuela inmensa, pero trabajamos día a día para que siga siendo la escuela Villa Rosas”.
Los festejos
La celebración comenzó el día domingo con el tradicional almuerzo organizado por la Cooperadora. “Estuvieron presentes muchos de los antiguos cooperadores que formaron la escuela para que esté como está, hermosa, pujante, grande y elegida por la gente de la ciudad. Quienes mandaron a sus hijos a esta institución tienen el mejor de los recuerdos y saben que buscamos lo mejor para los niños”, dijo la directora.
Tanto la cooperadora, como la Liga de Madres y el Centro de Ex Alumnos son organizaciones fundamentales en el marco del gran crecimiento que tuvo la institución.
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La directora de la escuela destacó el trabajo realizado por la Liga de Madres para esta ocasión. “Han trabajado con sus propias manos, pintaron juegos teniendo en cuenta los contenidos que damos en las aulas, rayuelas, una oca donde hay operaciones, actividades para explorar saberes y divertirse”, contó.
También mencionó el gran trabajo que realiza el Centro de Ex Alumnos y realizó una especial mención a Otmar Ernst, autor de la marcha de la escuela. "La letra demuestra el sentir y todo lo bueno que quedó en este señor de su paso por la institución".
Antes de finalizar, reconoció el trabajo de los directivos anteriores. “Siempre trabajaron para el progreso de la escuela y, si hoy llegamos aquí, es por el trabajo de esas personas”.
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