Estados Unidos atraviesa una de las peores tormentas invernales de las últimas décadas con vientos polares que azotan el centro y el este del país.

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Más de 200.000 personas en varios estados del este de Estados Unidos se despertaron sin electricidad la mañana de Navidad. Está previsto que la tormenta con fuertes vientos gélidos dure cinco días. Este lunes, las autoridades elevaron a 55 la cifra de muertos como consecuencia de la tormenta invernal que azota a ese país, la más feroz en décadas.

La mayor cantidad de muertes, 30 hasta el momento, se produjeron en el estado de Nueva York. También se registraron víctimas fatales en Oklahoma, Kentucky, Missouri, Tennessee, Wisconsin, Kansas, Nebraska y Ohio, informaron las autoridades, informó la agencia ANSA. Y al menos una persona fue encontrada muerta dentro de su vehículo en el condado de Niagara, quien murió de intoxicación por monóxido de carbono.

"Además de las 13 muertes confirmadas ayer, la oficina del médico forense del Departamento de Salud del condado de Erie ha confirmado 12 muertes adicionales, lo que eleva el total de la tormenta de nieve a 25 muertes en todo el condado", dijo el titular del Ejecutivo de Erie, Mark Poloncarz, en conferencia de prensa que consignó la agencia AFP.

Poloncarz dijo que la policía comenzó a detener a las personas en violan la prohibición de conducir, y advirtió que la ciudad de Búfalo sigue siendo intransitable y que, desde el viernes por la noche, al menos 500 vehículos debieron ser socorridos luego de haber quedado varados en el hielo. Las autoridades advirtieron que el número de muertes por la tormenta crecerá a medida que la nieve continúa cubriendo el condado de Erie, dejando las carreteras en muchas áreas intransitables.

A nivel nacional, las temperaturas se desplomaron en niveles históricos, lo cual está derivando en accidentes y dejando a miles de personas dentro de sus hogares. "Gran parte del este de Estados Unidos permanecerá congelado hasta el lunes antes de que se establezca una tendencia de moderación el martes", dijo el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) en su último aviso.

En Buffalo, al oeste de Nueva York, una tormenta de nieve dejó a la ciudad a la deriva y los servicios de emergencia no pudieron llegar a las áreas más afectadas. Buffalo continuará con nevadas y temperaturas gélidas, con un máximo de -5 grados durante el día y un mínimo de -7 durante la noche de hoy, según el NWS.

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"Es (como) ir a una zona de guerra, y los vehículos a los lados de las carreteras son impactantes", dijo la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, donde las acumulaciones de nieve de 2,4 metros y los apagones amenazan las condiciones de vida. Hochul dijo a los periodistas el domingo que los residentes todavía estaban en medio de una "situación muy peligrosa que amenaza la vida" y advirtió a todos los que se encontraban en la zona que permanecieran en sus casas.

Más de 200.000 personas en varios estados del este se despertaron sin electricidad la mañana de Navidad y muchos más vieron alterados sus planes de viaje de vacaciones, aunque la tormenta -prevista para durar cinco días- con condiciones de ventisca y vientos huracanados mostró signos de alivio. El clima extremo provocó temperaturas bajo cero en 48 estados de Estados Unidos durante el fin de semana, dejó varados a los viajeros con miles de vuelos cancelados.

En la región de Buffalo, las autoridades describieron condiciones históricamente peligrosas, con apagones de horas y cuerpos hallados dentro de vehículos y debajo de bancos de nieve, mientras los trabajadores de emergencia siguen buscando a los que necesitan ser rescatados. El aeropuerto internacional de la ciudad permanecerá cerrado hasta mañana y la prohibición de conducir sigue vigente para todo el condado de Erie.

El lunes, más de 1.700 vuelos seguían cancelados en Estados Unidos, según el sitio de seguimiento Flightaware.com, y durante el fin de semana, se registraron temperaturas bajo cero en 48 estados de Estados Unidos. "Ahora tenemos lo que se hablará no solo hoy sino durante generaciones (como) la tormenta de nieve del 22", dijo Hochul, y agregó que la brutalidad había superado a la anterior tormenta de nieve histórica de la región, la de 1977, en la "intensidad, duración y ferocidad de los vientos".